Edgar Allan Poe (1809-1849) fue un poeta y escritor estadounidense, reconocido como uno de los máximos maestros del relato corto, género del que fue uno de los primeros en ejecutar en su país. Renovó la novela gótica y se le recuerda especialmente por sus cuentos de terror psicológico, y por el poema El cuervo.
Fue pionero (muchos críticos le consideran el inventor) del relato detectivesco y algunas de sus obras fueron fundamentales en la ciencia ficción, género emergente en su época. Su vida, atormentada y trágica, le sirvió de inspiración a su obra literaria. Hoy en día, la causa de su muerte aún sigue siendo un misterio, y los historiadores se debaten entre un ataque cardiaco, delirium tremens, epilepsia, meningitis, e incluso el asesinato.
Hemos hecho una selección de las mejores frases de Edgar Allan Poe, cuya obra fue traducida al español por varios autores, entre ellos, el argentino Julio Cortázar, considerado como el mejor traductor de Poe. Entre los numerosos relatos que escribió están “Los crímenes de la calle Morgue”, “La caída de la casa Usher”, “El escarabajo de oro”, “El gato negro”, entre muchísimos más. Su obra influyó a escritores posteriores como Arthur Conan Doyle, el autor de Sherlock Holmes.
Las mejores frases de Edgar Alan Poe
-Sin haber sufrido, jamás habría sido bendecido.
-El arte es mirar para no criticar.
-La música, cuando va acompañada de una idea placentera, es poesía.
-Todo el sufrimiento se origina de las ansias, del apego, y del deseo.
-El pasado es un pedrusco en mi zapato.
-Los que cotillean contigo, chismorrearán sobre ti.
-No me asusta en lo absoluto el peligro, pero sí su consecuencia última: el terror.
-Todo lo que vemos o parecemos ser, no es sino un sueño dentro de otro sueño.
-La luna nunca brilla sin traer consigo sueños.
-El creyente es feliz. El que duda es sabio.
-Incluso en la tumba, no todo está perdido.
-Soy un escritor. Por consiguiente, no estoy cuerdo.
-A la muerte se le toma de frente con valor, y después se le invita a una copa.
-Convencido yo mismo, no busco convencer a los demás.
-Las cosas invisibles son las únicas realidades.
-Más cuerdo es el que acepta su propia locura.
-Las mejores cosas en la vida te hacen sudar.
-La falsa esperanza es mejor que ninguna esperanza.
-Los cabellos grises son los registros del pasado.
-Deja que mi corazón permanezca quieto por un momento y explore este misterio.
-El mundo es un gran océano en el cual nos encontramos con más tormentas que calma.
-La realidad es la causa número uno de locura entre aquellos que están en contacto con ella.
-Es una dicha el maravillarse; es una dicha el soñar.
-Una historia corta debe tener un solo estado de ánimo y cada oración debe de contribuir a ella.
-Una mentira viaja alrededor del mundo mientras la verdad se pone las botas.
-Era de noche, y la lluvia caía; y cayendo, era lluvia, pero habiendo caído, era sangre.
-¿A quién le importa cómo avanza el tiempo? Hoy estoy bebiendo cerveza.
-La poesía es la creación rítmica de la belleza en palabras.
-Amábamos con un amor que era más que amor.
-Si deseas olvidar algo en ese preciso momento, escribe una nota que diga que eso debe de ser recordado.
-Rayos de verdad que no puedes ver, están destellando a través de la eternidad.
-¡Morir riendo debe de ser la más gloriosa de todas las muertes gloriosas!
-Ese hombre no es realmente valiente, ni tiene miedo de parecer o ser, cuando le conviene, un cobarde.
-Nunca fui más amable con aquel viejo hombre que durante la semana antes de asesinarlo.
-Es imposible imaginar un espectáculo más nauseabundo que el del plagiador.
-La muerte de la mujer hermosa es, incuestionablemente, el tema más poético en el mundo.
-Si te quedas sin ideas, sigue tu camino; llegarás allí.
-El hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra, debe contemplar esta gloria en soledad.
-La lluvia cayó sobre mi cabeza, expuesto. Y el viento me volvió loco y sordo y ciego.
-¡Cierto!, nervioso, muy, muy nervioso había estado y estoy, pero, ¿por qué dirías que estoy loco?
-Si un poema no te ha destrozado el alma; entonces no has experimentado la poesía.
-Señor, ayuda a mi pobre alma.
-Los monstruos más terroríficos son aquellos que acechan dentro de nuestras propias almas.
-La Oscuridad, la Decadencia y la Muerte Roja tenían un dominio ilimitado sobre todo.
-El único medio para que el hombre conserve su libertad, es estar siempre dispuesto a morir por ella.
-Dios me dio una chispa de genialidad, pero la apagó en la miseria.
-La ciencia aún no nos enseña si la locura es o no la sublimidad de la inteligencia.
-Aquello que tú confundes con locura, no es más que una hiperagudeza de los sentidos.
-El sueño, esas pequeñas rebanadas de muerte; cómo las odio.
-El observar con atención es recordar con claridad.
-El demonio del mal es uno de los primeros instintos del corazón humano.
-La gente no tiene nada que ver con las leyes, sino con obedecerlas.
-¡Llaman esperanza a ese fuego de fuegos! Pero no es sino la agonía del deseo.
-Todas las religiones, amigo mío, simplemente evolucionaron del fraude, el miedo, la avaricia, la imaginación y la poesía.
-La idea de Dios, el infinito y el espíritu, representa el intento posible de una concepción imposible.
-Es la naturaleza de la verdad en general, así como la de algunos minerales en particular, de ser más valiosa entre más superficial.
-Ningún hombre que haya vivido sabe más sobre el más allá que usted y yo.
-Nunca realmente estuve demente, excepto en las ocasiones cuando mi corazón se conmovió.
-Recuerdo la llanura y la humedad; y entonces todo es locura, la locura de un recuerdo que se oculta entre las cosas prohibidas.
-La belleza es el único terreno legítimo del poema.
-Escuché todas las cosas en el cielo y en la tierra. Y escuché muchas cosas en el infierno.
-La felicidad no está en la ciencia, sino en la adquisición de la ciencia.
-Todas las obras de arte deben empezar por el final.
-Y violentamente caí sobre mi cara.
-Su corazón es un laúd suspendido; tan pronto como lo tocas, resuena.
-No tengo la intención de tolerar nada que pueda reprimir.
-Estoy por encima de la debilidad de buscar establecer una secuencia de causa y efecto entre el desastre y la atrocidad.
-De hecho, tengo dudas todo el tiempo. Cualquier persona inteligente las tiene. Existen tantas perspectivas posibles para cada pregunta.
-Otros amigos ya han volado lejos de mí hacia la mañana; también él me abandonará como mis antiguas esperanzas.
-Sin embargo, loco no estoy, y ciertamente yo no sueño. Pero mañana moriré, y hoy quisiera aligerar mi alma.
-Le temo a los eventos del futuro, no en sí mismos, sino a sus resultados.
-Para mí la poesía no ha sido un propósito, sino una pasión.
-Las tramas de Dios son perfectas. El universo es un complot de Dios.
-No existe belleza exquisita sin un poco de extrañeza en proporción.
-Los misterios fuerzan a un hombre a pensar, y por lo tanto a perjudicar su salud.
-Pero nuestro amor era por mucho más fuerte que el amor de aquellos mayores a nosotros y que el de aquellos más sabios que nosotros.
-La verdad no siempre está dentro de un pozo.
-Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura.
-Y de pronto me dominó la calma y me quedé sonriendo al brillo de la muerte, como un niño con un juguete nuevo.
-Marcar un libro es, literalmente, experimentar diferencias o acuerdos con el autor. Es el mayor respeto que le puedes brindar a este.
-La infancia conoce el corazón humano.
-Aquellos que sueñan durante el día, están conscientes de muchas cosas que escapan de aquellos que sueñan solo durante la noche.
-Es incierto que la especie humana logre crear un enigma que el mismo ingenio humano no logre resolver.
-Años de amor han sido olvidados en el odio de un minuto.
-Deja mi soledad intacta.
-Permanecí por demasiado tiempo dentro de mi mente, y terminé perdiendo la cabeza.
-La estupidez es un talento para entender las ideas de una manera equivocada.
-Dimos el futuro a los vientos, y descuidamos la tranquilidad en el presente, tejiendo el aburrido mundo que nos rodea en los sueños.
-La belleza de cualquier tipo, en su desarrollo supremo, invariablemente induce las lágrimas en el alma sensible.
-Un millón de velas se han consumido. Y todavía sigo leyendo.
-Existen algunos secretos que no se permiten a sí mismos ser contados.
-El hombre es un animal que estafa; y no existe animal que estafe salvo el hombre.
-Siendo joven y colmado de estupidez, me enamoré de la melancolía.
-La gramática de un hombre, como la esposa de César, no solo debe ser pura, sino por encima de la sospecha de impureza.
-La profundidad se encuentra en los valles donde la buscamos, y no en las cimas de las montañas donde se le ve.
-¡Venid! ¡Que se lea el rito funerario, que se cante la canción funeraria! Un himno para los muertos más majestuosos que alguna vez murieron tan jóvenes.
-¡Cuántos buenos libros sufren de abandono debido a la ineficiencia de sus comienzos!
-Este es el punto. Me gustas con locura. Los locos no saben nada. Pero deberías haberme visto. Deberías haber visto cuán sabiamente procedí.
-Había mucho de lo bello, mucho de lo insensato, mucho de lo extraño, algo de lo terrible, y no poco de lo que podría haber despertado el disgusto.
-Estoy caminando como un cadáver embrujado, con la certeza de ser comido por el infinito, de ser anulado por el único absurdo existente.
-Profundo en la tierra, mi amor está mintiendo. Y tengo que llorar solo.
-Existe una cierta elocuencia en el entusiasmo verdadero.
-Los pioneros y los misionarios de la religión han sido la verdadera causa de más problemas y guerras que todos los demás humanos.
-Existen cuerdas en los corazones de los más temerarios, que no pueden ser tocadas sin emoción.
-¡Qué red tan enredada tejemos cuando practicamos para engañar por vez primera!
-Las palabras no tienen el poder de impresionar a la mente sin el horror exquisito de su realidad.
-La verdadera vida de un hombre es feliz, principalmente porque siempre espera pronto serlo.
-Siento como si hubiera respirado una atmósfera de tristeza.
-¿Acaso no tenemos una inclinación perpetua, contra nuestro mejor juicio, por violar la ley, simplemente porque sabemos que debe cumplirse?
-Para elevar el alma, la poesía es necesaria.
-Los límites que dividen la vida de la muerte son, en el mejor de los casos, difusos y vagos. ¿Quién determinará dónde termina una y comienza la otra?
-La sangre era su personificación y su sello.
-En uno de cada cien casos, un punto se discute excesivamente porque es oscuro; en los noventa y nueve casos restantes, es oscuro porque se le discute en exceso.
-Me gustaría poder escribir tan misteriosamente como un gato.
-Denigrar a un gran hombre es la forma más fácil en que un hombrecillo logra alcanzar la grandeza.
-El ojo, como un espejo roto, multiplica las imágenes de angustia.
-No creas nada de lo que creas, y solo cree la mitad de lo que veas.
-Todos los poemas deben de recordarle a los lectores su inminente muerte.
-Es imposible discernir cómo es que la idea entró a mi cerebro por primera vez; pero una vez concebida, me atormentaba día y noche.
-Ese placer, que es a la vez el más puro, el más elevado y el más intenso, se deriva, sostengo, de la contemplación de lo bello.
-Si un hombre me engaña una vez, me avergüenzo de él; si me engaña dos veces, siento lástima por mí.
-Tal vez es la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error.
-La pasión debe de perecer junto con la juventud.
-Las cuatro condiciones para la felicidad: el amor de una mujer, una vida al aire libre, la ausencia de toda ambición y la creación de una belleza nueva.
-Tengo una gran fe en los tontos; mis amigos la llaman confianza en mí mismo.
-Desde aquel momento, nunca he visto ni escuchado tu nombre sin un escalofrío, mitad de placer y mitad de ansiedad.
-Imperceptiblemente, el amor por estas discordias crecía dentro mí, a medida que mi amor por la música se hacía más fuerte.
-Cuando un hombre loco parece completamente sensato, ya va siendo momento de ponerle una camisa de fuerza.
-Los ingeniosos poseen siempre mucha fantasía, mientras que el hombre verdaderamente imaginativo es siempre un analista.
-La agonía de mi alma se desahogó en un fuerte, largo y final grito de desesperación.
-No existe pasión tan diabólicamente impaciente en la naturaleza como la de aquel que, al estremecerse al borde de un precipicio, medita así sobre su caída.
-Érase una vez una medianoche lúgubre, mientras meditaba, débil y cansado, sobre muchos extraños y curiosos volúmenes de conocimientos olvidados…
-Los hombres me han llamado loco; pero la cuestión aún no está resuelta, de si la locura es o no la más superior de las inteligencias.
-La vida es para los fuertes, para ser vivida por los fuertes, y si es necesario, para ser tomada por los fuertes. Los débiles fueron puestos en la tierra para dar un gran placer.
-Noventa y nueve personas están satisfechas con los sueños, pero la esperanza renovada del mundo está en el centésimo hombre, que se empeña severamente en hacerlos realidad.
-Y así durante el anochecer, me acosté a un lado de mi amor, de mi vida y de mi novia, en el sepulcro que había junto al mar, en su tumba, junto al mar circundante.
-No tengo fe en la perfección humana. El hombre es ahora más activo, pero no más feliz ni más inteligente de lo que lo fue hace 6.000 años.
-Incluso para aquellos completamente perdidos, para quienes la vida y la muerte son en igual medida una burla, hay cuestiones sobre las cuales no se puede hacer ninguna broma.
-Existen pocas personas que, en algún momento de su vida, no se han divertido al recorrer de nuevo los pasos con los cuales consiguieron ciertas conclusiones en sus propias mentes.
-Hay algo en el generoso y abnegado amor de una bestia que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre.
-Hay pocos casos en los que la popularidad debe considerarse una prueba de mérito apropiada; pero el caso de la composición de canciones es, creo yo, uno de esos pocos.
-¿Quién no se ha encontrado a sí mismo un centenar de veces cometiendo un acto vil o tonto por ninguna otra razón que por saber que no debería de estarlo haciendo?
-A veces estoy aterrorizado de mi corazón y de su constante hambre de lo que sea que quiera, de la forma en que se detiene y comienza.
-Y el sedoso, triste e incierto crujido de cada cortina morada me emocionaba y llenaba de terrores sorprendentes que nunca jamás había sentido.
-Familiarizarse por completo con el corazón del hombre, es tomar nuestra última lección del tomo de la desesperación, sellado con broche de hierro.
-Mantén siempre una botella de licor a tu lado. Si un pájaro comienza a decir tonterías en medio de la noche, sírvete una copa.
-Y tan débilmente viniste a tocar la puerta de mi cuarto que apenas pude creer que te oía; ahí abrí la puerta de par en par, y solo había oscuridad, y nada más.
-No he arriesgado mi vida, reputación y razón buscando placer; sino tratando de escapar de recuerdos tortuosos, de una soledad insoportable y del temor a un destino inminente.
-Profundo en aquella oscuridad, estuve mirando por mucho tiempo, cuestionándome, temiendo, dudando y soñando cosas que ningún otro mortal se había atrevido a soñar antes.
-De ninguna manera es una fantasía irracional que, en una existencia futura, percibamos lo que pensamos que es nuestra existencia presente como un sueño.
-Desde la infancia he estado ausente. Cómo eran los demás, yo no pude verlo. […] No podía despertar la alegría en mi corazón de la misma forma. Todo lo que amé, lo amé solo.
-Si me pidieran que definiera en pocas palabras la palabra “arte”, la llamaría la reproducción de lo que los sentidos perciben en la naturaleza a través del velo del alma.
-Una penumbra oscura pero hermosa y tranquila lo impregnaba todo. La sombra de los árboles caía pesada sobre el agua y parecía enterrarse en ella, inundando el fondo con su oscuridad.
-En los cielos arriba, los ángeles, susurrándose unos a otros, no pueden encontrar entre sus ardientes términos de amor, uno tan devoto como el de “madre”.
-En nuestros esfuerzos por recordar algo que hemos olvidado hace mucho tiempo, a menudo nos encontramos al borde del recuerdo, sin finalmente poder recordarlo.
-Las afecciones humanas más naturales y, en consecuencia, las más verdaderas y más intensas, son las que surgen en el corazón mediante una afinidad electrizante.
-En la crítica, seré atrevido, y así como seré severo, también seré absolutamente justo tanto con el amigo como con el enemigo. De este propósito nada ha de alejarme.
-¡Gracias al cielo!, la crisis, el peligro ha pasado, y la enfermedad constante por fin ha terminado, y la fiebre llamada “vida”, por fin ha sido vencida.
-El verdadero genio se estremece ante la inconclusión, la imperfección, y usualmente prefiere el silencio a decir ese algo que no es todo lo que debería de ser dicho.
-El cuervo, sentado solo en el plácido busto, solo dijo esa única palabra, como si su alma en esa única palabra brotara.
-El infierno no podía inventar una tortura más grande que la de ser acusado de una debilidad anormal por ser anormalmente fuerte.
-Estoy en medio del rugido de la orilla atormentada por las olas, y tengo en mis manos granos de arena dorada. ¡Cuán pocos!, no obstante, se arrastran entre mis dedos […] mientras lloro.
-Fui cauto con lo que dije ante la joven, ya no podía estar seguro de que estuviera cuerda; de hecho, poseía cierto brillo preocupante en sus ojos que casi me hacía pensar que no lo estaba.
-La experiencia ha demostrado, y una verdadera filosofía siempre demostrará, que una vasta y tal vez la más grande porción de la verdad, surge a partir de lo aparentemente irrelevante.
-Cuando los hombres hablan de belleza, hablan no de una cualidad, sino de un efecto. En breve, se refieren solo a esa intensa y pura elevación del alma, no del intelecto ni del corazón.
-La furia de un demonio me poseyó rápidamente. No me reconocía. Mi alma se alejaba de mi cuerpo, y una maldad más que diabólica, nutrida de ginebra, entusiasmaba cada fibra de mi ser.
-La alegría nace de la tristeza. Ya sea que el recuerdo de la dicha del ayer es la angustia del hoy, o que las agonías del hoy tienen su origen en los éxtasis de las cosas que hubieran podido ser.
-Imaginar el horror de mis emociones es totalmente imposible; pero mi curiosidad por entender los misterios supera mi agobio, y me reconciliará con el aspecto más aterrador de la muerte.
-Un mal no se remienda cuando el castigo supera a su rectificador. Igualmente, se carece de remiendo cuando el vengador falla al expresar su sentir a aquel que le ha infligido el mal.
-No solo he trabajado para el bien de otros, sino que me he visto forzado a moldear mi mente a voluntad de hombres cuya estupidez era evidente para todos, excepto para ellos mismos.
https://youtu.be/obmlCkuDB-w