Las 7 maravillas del mundo moderno son un conjunto de obras realizadas por el ser humano caracterizadas no solo por su belleza y magnificencia arquitectónica, sino también por su importancia social en la historia de la humanidad. Dichas obras están repartidas a lo largo del planeta, por lo que cada una posee particularidades culturales.
Las siete maravillas modernas fueron seleccionadas por ciudadanos de todo el mundo mediante una votación programada por una fundación llamada New Open World en 2005, que tenía la finalidad de desarrollar un concurso internacional donde la población menos interesada en la cultura pudiese sentirse partícipe dentro de la historia universal.
Esta votación se hizo mediante correo electrónico y mensajes de texto, aunque también se podía participar a través de la televisión y del teléfono fijo, lo que implicaba el pago de una pequeña cuota. Los resultados se revelaron en 2007, en una ceremonia celebrada en el Estadio de la Luz de Lisboa. El hombre detrás de esta idea fue el escritor francés Bernard Weber.
Así como existen las maravillas del mundo moderno, también existieron en su momento las siete maravillas del mundo antiguo, seleccionadas por los griegos durante el período helenístico. Según los historiadores de esa época, estas construcciones eran Ta hepta theamata, que quiere decir “siete cosas dignas de verse”.
Se dice que la primera lista conformada por estos monumentos fue realizada por Heródoto de Halicarnaso, a quien se considera como el primer historiador.
En cuanto a las maravillas del mundo moderno —todas conservadas en la actualidad—, son las siguientes: la Gran Muralla China, la ciudad de Petra, en Jordania, Chichén Itzá, el Cristo Redentor, el Coliseo de Roma, Machu Picchu y el Taj Mahal.
Las siete maravillas del mundo moderno
La Gran Muralla China
Esta impresionante construcción fue ordenada por el emperador Qin, se comenzó en el siglo V a.C., y se culminó en 1368. Principalmente, fue edificada con la finalidad de proteger sus territorios de la invasión de los mongoles.
En la actualidad esta obra abarca hasta siete provincias del país y consta de una longitud de 6.700 kilómetros, aunque solo se conserva un 30% de la misma.
Su construcción abarcó 8 siglos y 3 dinastías, y cada una añadió elementos no solo arquitectónicos, sino militares, para cumplir con su misión de protección. Pese a ello, los mongoles lograron penetrarla, pero la asimilación de este imperio a la cultura china hizo que el territorio de Mongolia fuera anexado, por lo que la muralla dejó de tener sentido defensivo.
La ciudad de Petra, Jordania
Petra fue la capital del Imperio nabateo y estaba ubicada en la actual Jordania. La ciudad está a 250 kilómetros hacia el sur de Amman y fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad en 1985.
Desde el siglo III a.C. se conocía su importancia como capital, aunque su época de mayor esplendor ocurrió con la llegada del rey Aretas IV, quien gobernó aproximadamente en los años 9 a.C. y 40 d.C.
En esta ciudad llegaron a vivir unas 30.000 personas, pero en el siglo VII d.C. fue abandonada. Por lo tanto, se consideró perdida hasta su redescubrimiento en el siglo XIX. Su edificación más conocida, llamada Al Khazneh, fue hallada por el explorador Johann Ludwig en 1812.
Petra es el nombre griego por el que se conoció a esta ciudad.
Chichén Itzá
Esta ciudad maya ubicada en México fue construida aproximadamente entre el 435 y el 455 d.C. Según los historiadores, fue el centro económico y político más importante de esta civilización, especialmente entre 750 y 1200 d.C.
Su edificio más aclamado y popular es “El Castillo”, que consiste en una pirámide construida en honor al dios Kukulkán. Mide 25 metros y una anchura de 55,5 metros en cada uno de sus lados.
La ciudad de Chichén Itzá está constituida por varios edificios de notable importancia, como por ejemplo, el Templo de los Guerreros, el Templo de las Mil Columnas y el observatorio. Esta ciudad fue abandonada luego de haber sido invadida por la civilización de Mayapán en 1194.
El Cristo Redentor o Cristo de Corcovado
El Cristo Redentor, también conocido como Cristo de Corcovado, es una estatua de 38 metros ubicada sobre un monte en Río de Janeiro, Brasil. Esto convierte a la escultura en uno de los principales atractivos turísticos del país sudamericano.
Esta obra se inició en 1922 como parte de un proyecto de la Iglesia católica durante el centenario de la independencia de Brasil. El Cristo Redentor fue realizado por el ingeniero Heitor da Silva Costa, quien culminó el trabajo el 12 de octubre de 1931.
Se utilizaron para su construcción 1.000 toneladas de cemento armado. El hecho de que Cristo tuviese los brazos abiertos y el rostro viendo levemente hacia abajo significó un enorme desafío para los constructores, ya que esta escultura no contaba con espacio suficiente en el área de la base para colocar los andamios.
El Coliseo de Roma
Este anfiteatro, ubicado en Roma y también conocido como el Coliseo romano, fue mandado construir en el 72 d.C., durante el gobierno del emperador Vespasiano. Sin embargo, su inauguración se hizo en el 80 d.C. bajo el mandato de Tito.
Es una construcción monumental, que alcanza los 40 metros y 188 metros de longitud. Tiene varios niveles conformados por 80 arcos cada uno. En estos niveles había diferentes tipos de asientos: por ejemplo, se encontraba el podium, donde se sentaban los senadores, y también estaba el palco del emperador, localizado un piso más arriba que el podium.
El tercer nivel se dividía en dos, puesto que incluía una zona destinada a los plebeyos acaudalados y otra para los más pobres. Este anfiteatro fue utilizado principalmente para celebrar batallas de gladiadores contra fieras.
El plano de la arena contaba con un amplio sistema de drenaje, conectado a través de una serie de cloacas. Según algunos historiadores, este drenaje era empleado para evacuar el agua usada durante los espectáculos navales. La plataforma de madera no se conservó, por lo que en la actualidad se pueden vislumbrar el hipogeo y las mazmorras desde arriba.
Machu Picchu
Esta ciudad, ubicada en las altas montañas del Perú, fue construida por los incas. Los restos de esta civilización se encuentran a 2.350 m s.n.m. y están compuestos por una serie de antiguos palacios y templos, algunos de los cuales estuvieron recubiertos de oro. La construcción data del siglo XV.
En el momento de su construcción, Machu Picchu fue considerada como un santuario de rango superior, ya que en esta ciudad reposaban los restos de Pachacútec, quien había sido fundador del Imperio inca.
Según algunas fuentes, esta ciudad fue desocupada en 1540 con la llegada de los españoles colonizadores, y fue redescubierta en 1911 por el americano explorador Hiram Bringham.
Taj Mahal
El Taj Mahal, ubicado en la India, consiste en un enorme mausoleo mandado a construir por Shah Jahan, el quinto emperador mogol y musulmán. Este gobernante quiso erigir uno de los más impactantes monumentos de la humanidad para honrar a su difunta esposa, la princesa Mumtaz Mahal, quien falleció dando a luz a su decimocuarto hijo.
Se construyó entre 1631 y 1648, con el trabajo de 20.000 personas, quienes vivían en un complejo cercano, conocido en la actualidad como Taj Ganj.
Los materiales que se utilizaron para esta edificación fueron traídos desde diferentes regiones, no solo de la India, sino de Asia Central. Dichos materiales de construcción estuvieron compuestos en su mayoría por arenisca roja antigua y piedras preciosas como turquesas, jaspe, jade, zafiros, mármol, cornalina y carbón.
Referencias
- Resultados del concurso internacional “New Seven Wonders”: Estas son las nuevas 7 maravillas del mundo. Recuperado de diario.elmercurio.cl.
- Las siete maravillas del mundo. Recuperado de holidayguru.com.
- Las nuevas siete maravillas del mundo moderno. Recuperado de academia.edu.