Entre las principales consecuencias de las tormentas y huracanes en el ecosistema, destaca el daño que producen sobre los arrecifes coralinos, las praderas de pastos marinos, los manglares, las playas y zonas litorales y la vegetación silvestre. A su vez, generan contaminación ambiental por derrames de residuos industriales tóxicos.
Una tormenta es un fenómeno meteorológico que ocurre cuando dos o más masas de aire que están a diferentes temperaturas chocan o se encuentran muy cercanas entre sí. Este evento produce una inestabilidad atmosférica asociada a vientos, lluvias, truenos, relámpagos, rayos y algunas veces, granizo. Un huracán es el grado más violento y extremo de una tormenta.
En función de la intensidad y la fuerza del evento tormentoso, puede denominarse depresión tropical, tormenta tropical o huracán. Según su localización se le llama tifón o ciclón.
Lista de consecuencias de las tormentas y huracanes en el ecosistema
Las tormentas tropicales y los huracanes son considerados como los eventos naturales de mayor frecuencia de ocurrencia y de mayor impacto ambiental sobre los ecosistemas costeros y marinos.
Estos eventos extremos han producido daños severos en ecosistemas de arrecifes coralinos, de manglares litorales, praderas y pastos marinos, erosión en costas, e incluso muertes de animales y de seres humanos.
Efectos sobre los arrecifes coralinos
Los arrecifes coralinos son ecosistemas clave dentro de la dinámica de la vida marina, pues constituyen zonas de refugio, de alimentación y de reproducción de múltiples especies.
Los fuertes vientos alteran la dinámica hidráulica en el mar, produciendo turbulencia y aumentos muy importantes en la frecuencia y la intensidad del oleaje.
Esta dinámica del agua alterada ha causado enormes pérdidas en las coberturas de corales vivos, aumento de la sedimentación y de la hojarasca proveniente de los manglares, y efectos negativos sobre el crecimiento y la estructuración de los arrecifes coralinos.
Después de los eventos extremos de huracanes se evidencian blanqueamientos generalizados, fracturas de columnas y ramas, y desprendimiento total de los corales. Adicionalmente, otras especies sésiles como esponjas y octocorales, experimentan desprendimiento, arrastre y muerte.
Daños sobre praderas de pastos marinos
Las llamadas praderas de pastos marinos son grandes extensiones de lecho marino dominadas por plantas angiospermas que habitan ambientes salinos de los océanos terrestres.
Las hojas de las praderas marinas desaceleran las corrientes de agua, proporcionando protección mecánica frente a las olas e incrementando la sedimentación; las raíces rizomatosas proporcionan estabilidad al suelo de los fondos marinos. Como balance general, las praderas de pasto marino soportan importantes ecosistemas y aumentan las zonas de pesca.
Los huracanes desprenden las plantas y las algas que conforman a los pastos marinos y también provocan erosión del suelo del fondo marino, dejando expuestas las raíces rizomatosas. Después del paso de los huracanes, quedan en las playas restos de estas plantas, de algas, de esqueletos de octocorales y de moluscos bivalvos.
En conclusión, los huracanes provocan pérdidas de biomasa y extensión de las praderas de pastos marinos.
Impacto negativo sobre manglares
Los manglares son biomas o zonas de vida constituidas por árboles adaptados a la salinidad de la zona intermareal de la desembocadura de los ríos en las regiones tropicales y subtropicales.
Albergan gran variedad de organismos terrestres, acuáticos y aves, constituyendo un hábitat protector para peces en estadios juveniles, aves migratorias, crustáceos y moluscos.
Los manglares también cumplen importantes funciones de protección de las costas frente a la erosión causada por el oleaje y el viento.
Los fuertes vientos de los huracanes producen intensa defoliación de los manglares, cuyas hojas aparecen en el interior de las zonas costeras y desprendimiento de especímenes completos.
Daños ecológicos en playas y zonas litorales
El paso de los fuertes vientos y las marejadas intensas de tormentas y huracanes, desprende la vegetación, dejando palmeras y árboles de gran tamaño caídos.
Esto causa erosión de dunas y playas con muerte de cangrejos, mejillones, ostras, almejas y otros bivalvos que viven en su interior. Además, disminuye apreciablemente la extensión de las playas.
Efectos sobre la vegetación terrestre
Los impactos negativos mayores del paso de huracanes se evidencian en la destrucción de bosques costeros, con derribamiento y fracturación de árboles y pérdida total de las hojas.
Efectos sobre ríos, lagos y manantiales costeros
Los huracanes con sus intensas marejadas provocan la inundación de ríos, lagos y manantiales costeros con agua de mar salina, lo cual afecta gravemente a todos los organismos de agua dulce que no toleran estas concentraciones de sales.
La alta tasa de defoliación de árboles y arbustos provoca un aporte muy grande de materia orgánica a los humedales cercanos, cuya descomposición origina disminución en los niveles de oxígeno en el agua y muerte de peces.
Daños a viviendas e instalaciones humanas
Las viviendas humanas sufren pérdida de techos y daños en muebles, electrodomésticos y enseres por efecto de las lluvias, inundaciones y vientos fuertes. También se producen muchas muertes de seres humanos.
Derrames de residuos industriales, productos químicos tóxicos, petróleo, gasolina, aguas residuales urbanas, entre otros
Las aguas contaminadas desbordadas causan serios efectos en la salud de todos los seres vivos, y contaminación de aguas subterráneas por infiltración.
Salinización y cambio de textura de los suelos costeros
La salinización de suelos, por efecto de las intensas marejadas e inundaciones hasta a 50 km del borde de la playa, afecta negativamente al desarrollo de las cosechas y regeneración de la vegetación silvestre.
Adicionalmente, el arrastre de grandes cantidades de arena de la playa, cambia la textura de los suelos interiores. El mayor contenido de arena hace que estos suelos sean más permeables y tengan menor capacidad de retención de humedad.
Daños en animales domésticos
Los perros, gatos, cabras, gallinas, ovejas, caballos y otros animales domésticos, que dependen del cuidado de humanos, quedan desamparados sin agua ni alimentos hasta que sus dueños puedan regresar y cuidarlos. Muchos no sobreviven a las inundaciones, especialmente los pequeños mamíferos roedores en sus madrigueras inundadas.
Referencias
- Landsea, C.W. (2005). Meteorology. Hurricanes and global warming. Nature. (438). E11–E12.
- Trenberth, K. (2005). Uncertainty in Hurricanes and Global Warming. Science. 308(5729):1753-1754. doi: 10.1126/science.1112551