¿Qué es la dieta de la fuerza aérea?
La dieta de la fuerza aérea hace referencia a la que realizaban los soldados de la fuerza aérea rusa. Los soviéticos cuidaban su alimentación diaria para mantener el peso adecuado requerido durante los años de la Guerra Fría. De este modo nace también el otro nombre de “dieta de las fuerzas aéreas soviéticas”.
Actualmente, en Hollywood, las modas son tan rápidas que no da tiempo a que nos percatemos de ellas. Sin embargo, hay una que sí ha decidido estancarse en la villa de las películas: la dieta de la fuerza aérea.
Las celebrities usan este método, ya sea para conseguir la figura ideal o para acceder a papeles que exijan físicamente otro aspecto.
Tal es la repercusión que ha obtenido esta dieta (tomando fuerza durante estos últimos años) que ya ha trascendido en la red y son miles las personas que se han unido a la cruzada de perder peso de una manera rápida y eficaz.
¿En qué consiste la dieta de la fuerza aérea?
Cuando hablamos de la dieta de la fuerza aérea soviética, hablamos de una manera de bajar de peso que ha funcionado desde hace muchísimo año, por lo tanto, si se realiza de forma adecuada se podrá llegar al objetivo principal, que es perder 10 kilos en el ámbito de dos semanas.
También existe la posibilidad de realizarla en una semana, dependiendo de la cantidad de peso que estemos dispuestos a perder.
En palabras de Pravda, el diario nacional más importante de Rusia, cuando nos referimos a este método hablamos de una manera rápida de bajar de peso y a un mínimo coste, y que por supuesto se basa en niveles ínfimos de carbohidratos.
Transforma las proteínas de los alimentos en unos pocos hidratos de carbono para que el cuerpo intente mantener la energía durante el día. También sigue unos parámetros inamovibles con apenas margen de variabilidad a la hora de comer los alimentos fijados.
Peligros
Por una parte, el hambre estará presente. Se trata sin duda alguna de una de las dietas más duras que actualmente se encuentran a disposición de los usuarios.
Muchos especialistas la asemejan con la dieta de los tres días (aquella en la que se lograba bajar cinco kilos en tres jornadas) y advierten del peligro que puede conllevar su realización, pues el alimento es poco y hace que las deficiencias motoras y enérgicas disminuyan considerablemente.
Algo obvio, que durante la realización de esta dieta no es posible hacer, es ejercicio de alto impacto. Si se pudiera hacer algún tipo de ejercicio, es recomendable hacer yoga.
Efectos
Los efectos que sufriremos, aparte de la disminución de peso, serán la sensación de un bajo nivel de energía y hambre permanente. Posteriormente, explicaremos cómo intentar paliarlo de una manera parcial.
En el ámbito químico, perderemos grandes cantidades de fibra, vitamina E y potasio, además de otras vitaminas y minerales.
Asimismo, es muy probable que sintamos en alguna ocasión náuseas, al igual que la sensación de poca concentración y mareos.
Por último, cabe señalar que afecta el metabolismo del organismo, haciendo que este se vuelva más rápido.
¿Qué comer?
El doctor ruso Rao Ivaturi explica que se trata de una dieta muy baja en hidratos de carbono. Busca que el practicante utilice alimentos rápidos y que no sean de mucha pesadez.
Los diferentes alimentos sobre los que asientan los pilares de su efectividad son el café, huevos duros o cocidos, tostadas integrales, carne roja y ensaladas. Será alrededor de estos alimentos sobre los que se asentarán los 14 días de régimen.
Las salsas también juegan un papel trascendental, lo que podemos tomarlo como un plus, pues dentro del ayuno in extremis que se realiza, podremos añadir mostazas, salsas de tomate, vinagres y muchos más líquidos, que detallaremos a continuación.
Dieta militar semanal: alimentos
El primer día solo se podrá desayunar un solo café. Para comer, tendremos huevos duros y un tomate, y de cena un poco de carne y ensalada. Tras este primer día, el desayuno ya podrá componerse el resto de días de la semana (exceptuando el último al que volveremos solo a la bebida) de un café más una tostada.
Muy importante que la tostada sea siempre integral. El resto de comidas y cenas serán una combinación en su mayoría de pequeñas porciones de carne roja, y preferiblemente ternera con vegetales y huevos. El pescado asado puede sustituir algún día a la carne. Aquí mostramos detalladamente un planning por días especificando claramente qué se puede tomar:
Lunes
- Desayuno: café solo.
- Almuerzo: 2 huevos duros con un tomate.
- Cena: 200 gramos de carne roja con una ensalada verde.
Martes
- Desayuno: café con tostada integral.
- Almuerzo: 200 gramos de carne roja con una ensalada verde.
- Cena: 150 gramos de jamón cocido más un yogur dietético.
Miércoles
- Desayuno: café con tostada integral.
- Almuerzo: lechuga, apio, tomate, porotos verdes, una naranja.
- Cena: 2 huevos duros, 100 gramos de jamón cocido.
Jueves
- Desayuno: café con tostada integral.
- Almuerzo: 1 huevo duro, 1 taza cruda de zanahoria, 150 gramos de queso gruyere.
- Cena: fruta y un yogur dietético.
Viernes
- Desayuno: café con tostada integral.
- Almuerzo: 1 taza de zanahoria cocida con 150 gramos de jamón cocido.
- Cena: 200 gramos de pescado asado, hervido o a la plancha con lechuga.
Sábado
- Desayuno: café con tostada integral.
- Almuerzo: 1/4 de pollo horneado con ensalada.
- Cena: 2 huevos duros y una taza de zanahoria cocida.
Domingo
- Desayuno: café solo.
- Almuerzo: 200 gramos de carne roja y una naranja.
- Cena: lo que se desee, con moderación.
Además de lo expuesto, también es factible poder variar una tanda de alimentos que servirían de igual forma. Por ejemplo, ensalada de frutas, pollos horneados, frutas cítricas o calabacines.
Recomendaciones
- Según la revista Men’s Fitness, debemos beber abundante agua a lo largo del día, siendo óptimo llegar a los cuatro vasos al día siguiendo la línea roja de que nunca se beba durante las comidas.
- Las opciones de las ensaladas pueden ser varias, siendo posible agregar combinaciones de salsa de tomate, vinagre, vinagre blanco, limón, salsa inglesa, vinagre balsámico, pimienta o mostaza.
- Si el café nos resulta tedioso, también puede ser sustituido por té verde.
- Utilizar como sustituto del azúcar, sacarina o edulcorante artificial.
- Comer supresores del apetito a media mañana o media tarde, como una pieza de fruta. Importante realizarlo no antes de las dos horas tras la ingesta de la última comida, ya que los efectos pueden no ser los deseados. Hay que decir que no se debe abusar mucho de esta recomendación.
- Al ser una dieta de gran impacto sobre nuestro organismo, es recomendable hacerla bajo la supervisión de un nutricionista experto en todo momento.
Y al terminar las dos semanas de dieta, ¿qué hago?
Si los resultados te han servido como satisfacción personal, tienes dos opciones. Es muy fácil volver a ganar peso de una manera sencilla y fácil, por eso en primer lugar, si se decide dejar la dieta e intentar mantener la figura conseguida, habría que mantener una regulación sobre los alimentos y su ingesta de calorías. Todo ello siempre compaginado con una actividad física adecuada y adaptada a nuestro metabolismo.
En segundo lugar, si quieres volver a retomar el proceso, descansar durante unas dos semanas, y tras ello, prepárate para volver a realizar de nuevo el mismo procedimiento. Esto es importante porque una práctica continuada puede provocar, junto a la pérdida de peso, una deshidratación importante, un sistema inmunológico debilitado y múltiples problemas digestivos.
Curiosidades
- Ya es una curiosidad en sí su nombre, porque como se ha explicado, se trata de una dieta utilizada antiguamente por los soldados de la fuerza aérea soviética para mantener la forma física y no caer en el exceso de peso.
- Es conocida en Hollywood como una de las dietas más milagrosas por sus estrellas. Demandada por multitud de actores, es una de las nuevas modas de la zona para mantener la figura.
- Las viejas fotos de los soldados rusos serían un claro ejemplo de la eficacia de esta dieta, ya que se sabe que siempre han sido fibrosos, delgados y atléticos.
- Precisamente, siguiendo esta dieta, el sujeto se verá carente de energía, algo curioso si pensamos que los soldados tenían que mantenerse alertas durante la guerra 24 horas al día.