Los biomas de Argentina corresponden a todo el conjunto de ecosistemas que se extienden por ese país, los cuales son bastante diversos. Argentina tiene un amplio territorio que se extiende de forma alargada de norte a sur por 2.780.400 Km², en el cono sur de América del Sur.
Por esta característica geográfica presenta climas tropicales, subtropicales, templados y frío húmedos. Además, el país posee un relieve que va desde el nivel del mar hasta los 6.960,8 msnm en el pico Aconcagua ubicado en la cordillera de Los Andes.
El territorio se caracteriza por presentar un relieve montañoso al oeste y llano al este. Incluye la meseta patagónica y la mayor depresión del continente, la Laguna del Carbón a 115 m bajo el nivel del mar.
Todo esto determina una importante diversidad de hasta 115 complejos ecosistémicos agrupados en 15 ecorregiones. Otros autores hablan de 50 unidades de vegetación agrupadas en 11 provincias fitogeográficas.
Si restringimos esta diversidad a los grandes biomas representados en este país, encontramos alrededor de 8 terrestres y al menos 2 marinos. Entre estos tenemos las selvas subtropicales, bosques templados, matorral-espinal, sabanas, praderas (pampas y estepas), desierto cálido, puna (desierto frío) y humedales.
Mientras que en las áreas marinas argentinas se identifican al menos dos biomas, correspondientes a la región subtropical y la región subantártica.
Entre las selvas subtropicales están la yunga y la selva paranaense, mientras que en los climas templados está el bosque patagónico. El bioma matorral está en el chaco y los espinares en los montes de sierras y planicies.
Entre las praderas se incluyen las pampas y la estepa patagónica mientras que las sabanas están sobre todo en el chaco. Igualmente, se presentan humedales en los esteros del Iberá y en el delta del Paraná.
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Bioma selvas tropicales y subtropicales
– La yunga
Se extienden en la vertiente oriental de las Sierras Subandinas y Pampeanas al noroeste, entre 400 y 3.000 msnm. Las precipitaciones alcanzan de 600 a 3.000 mm anuales, siendo característica la formación de nubes orográficas.
En la yunga se encuentran distintos tipos de selva dependiendo de la altitud. En la parte baja se localizan selvas pluviales semideciduas premontanas mientras que en las altas hay selvas pluviales siempre verdes o selvas nubladas.
Las selvas de la yunga tienen una alta diversidad biológica, con especies de árboles como el nogal austral (Juglans australis) que es maderable. Así como también el laurel tucumano (Ocotea porphyria) y el capulí (Eugenia uniflora), este último un árbol frutal. De igual forma, se presentan especies de coníferas suramericanas como Podocarpus parlatorei.
– Selva paranaense
Esta selva es muy variada y se encuentra al noreste del país, en la región denominada Mesopotamia. Incluye diversos ecosistemas, entre ellos la selva pluvial semidecidua, bosques de bambúseas y bosques ribereños.
Aquí se encuentran más de 3.000 especies de plantas vasculares y abundan las lauráceas de los géneros Ocotea y Nectandra. Además, se presentan palmas del género Euterpe y anacardiáceas maderables como el urunday (Astronium balansae).
También se observan formaciones de bosque mixto donde aparecen especies de coníferas australes de la familia Araucariaceae. Por su parte, en los bosques ribereños ocurren leguminosas adaptadas a la alta humedad como el timbó blanco (Albizia inundata) y la ingá colorado (Inga uraguensis).
– Selva seca del Chaco
Se encuentran al norte-centro del territorio argentino en la provincia fitogeográfica chaqueña. Incluye una variedad de selvas secas caracterizadas por distintas especies dominantes tales como Schinopsis marginata y Aspidosperma quebracho-blanco.
– Espinal
Estos son selvas secas dominadas por especies armadas con espinas, especialmente leguminosas de los géneros Prosopis y Acacia. Estas formaciones vegetales se extienden en arco desde el noreste hasta el centro del territorio nacional.
– Fauna
En los distintos tipos de selvas la fauna es abundante y diversa. Aquí se encuentran el pecarí de collar (Pecari tajacu), el puma (Felis concolor) y el jaguar (Panthera onca). En la yunga destaca la presencia del oso frontino o de anteojos (Tremarctos ornatus).
Bioma bosque templado
Al extremo sur de Argentina se encuentran bosques caducifolios y selvas pluviales templadas (Bosques Andino-Patagónicos). En estas formaciones predominan especies de los géneros Nothofagus, Austrocedrus, Fitzroya entre otros. En esta región se encuentran amplias zonas de turberas.
– La selva valdiviana
La selva pluvial templada o selva valdiviana, se desarrolla cerca de los 600 m.s.nm., con una precipitación aproximada de 4.000 mm anuales. Posee árboles de hasta 40 m de alto y varios estratos con abundante trepadorismo.
Fauna
Se localizan aquí especies como el monito del monte (Dromiciops gliroides) y la güiña o gato colorado (Leopardus guigna).
Bioma matorral
El matorral consiste en árboles bajos y arbustos medios a altos y se encuentra en diversas regiones de Argentina. En estas áreas se encuentran especies animales como el aguará guazú o lobo de crin (Chrysocyon brachyurus).
Chaco
Hay diversas formaciones de matorral cuyas especies varían de acuerdo a la altitud y ubicación geográfica. En el Chaco serrano se encuentran matorrales con Acacia caven (leguminosa) y Eupatorium buniifolium (compuesta). Mientras que a mayores alturas se encuentran matorrales dominados por pequeños árboles de Polylepis australis.
También ocurren matorrales de halófitas (plantas tolerantes a la alta salinidad) en las planicies. Estas formaciones incluyen plantas suculentas como las de los géneros Allenrolfea y Atriplex.
Montes
Aquí abundan los matorrales de 1,5 a 3 m de altura, de especies espinosas, dominando las zigofiláceas y cactáceas. Tiene un estrato leñoso continuo de 2 a 2,5 m con especies como Geoffroea decorticans y Prosopis flexuosa.
Bioma sabanas
En las zonas subtropicales al norte se desarrollan sabanas tanto abiertas como arboladas; incluso sabanas con palmas como Copernicia alba. El elemento dominante es la cobertura de gramíneas con especies como Sorghastrum setosum, Andropogon lateralis y Paspalum notatum.
Hacia el noreste en la Mesopotamia, se desarrollan sabanas de Aristida jubata con pequeños árboles de Acacia y palmeras.
Bioma praderas
Las praderas son formaciones vegetales dominadas por gramíneas de clima templado y frío. Las praderas argentinas son las pampas al centro-este y las estepas patagónicas en el tercio sur del país.
En las zonas montañosas andinas también se desarrollan formaciones de gramíneas llamadas praderas de montaña.
– Pampas
Los géneros de gramíneas dominantes son Nassella, Piptochaetium, Andropogon, Paspalum y Axonopus y también abundan ciperáceas, compuestas y leguminosas. Se presentan praderas de pastos altos arboladas en suelos poco fértiles, con la gramínea Aristida jubata.
Entre los elementos arbóreos se encuentran especies de Acacia, Astronium balansae, además de palmas como Butia yatay. En ambientes más secos predomina el pasto Paspalum notatum, junto con Aristida sp. y Axonopus sp.
Fauna
Habitan la pampa especies como el ñandú (Rhea spp.), el venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus) y el zorro de las pampas (Lycalopex gymnocercus).
– Estepa patagónica
La precipitación es escasa, variando desde menos de 200 mm anuales hasta 600 mm o más. Esto determina que se presenten distintos tipos de estepas con mayor o menor cobertura vegetal.
Las plantas están adaptadas a la sequía y al pastoreo, encontrándose gramíneas del género Pappostipa. Además, se presentan arbustos pequeños como Mulinum spinosum y gimnospermas como Ephedra ochreata.
En suelos ricos en materia orgánica y con precipitaciones entre 300 y 600 mm, se presentan estepas de mayor cobertura. Aquí habitan especies como Festuca pallescens y arbustos dispersos.
Fauna
Se encuentra el ciervo de pampa (Ozotoceros bezoarticus celer), el guanaco (Lama guanicoe) y el puma (Felis concolor), entre otros.
– Praderas de montaña
En las altas mesetas y laderas de la cordillera de Los Andes se encuentran zonas de praderas. Aquí predominan las gramíneas, principalmente de los géneros Festuca y Poa, entre otros.
Bioma desierto cálido
Entre las provincias de Mendoza y San Juan se encuentra una extensa área de desiertos cálidos como el desierto de Lavalle y el desierto de San Juan.
El parque provincial de Ischigualasto o Valle de la Luna es un ejemplo de desierto cálido en Argentina, el llamado desierto de San Juan. Se trata de una región árida con formación de dunas de arena y afloramientos rocosos.
La vegetación es muy escasa debido a las altas temperaturas, los fuertes vientos y el déficit hídrico. En esta región se encuentran plantas adaptadas a estas difíciles condiciones como el parrón o pichana de toro (Ephedra boelckei), endémica de la zona.
Bioma puna
Corresponde a formaciones vegetales de los altos Andes, en mesetas y montañas entre 3.400 y 4.400 msnm. Presenta vegetación adaptada a las condiciones de sequía y bajas temperaturas.
La cobertura es variable de acuerdo a la precipitación (50-350 mm), pero en general es escasa. Con gramíneas de manojos aislados (macollos), plantas en cojín y arbustos bajos.
Arbustal
La formación más extendida es la de arbustos pequeños (40-60 cm) de Fabiana densa y Baccharis boliviensis.
Fauna
Son característicos de este bioma los guanacos (Lama guanicoe) y las vicuñas (Vicugna vicugna).
Bioma humedales
En los humedales abundan las aves acuáticas como la coscoroba o ganso blanco (Coscoroba coscoroba) y el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus). También se encuentra el roedor gigante llamado carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris) y el coipo o falsa nutria (Myocastor coypus).
Esteros del Iberá
Hacia el noreste de Argentina, en la Mesopotamia, se desarrolla un conjunto de formaciones vegetales de higrófitas (plantas adaptadas a alta humedad). Se trata de los llamados esteros del Iberá que son zonas con cuerpos de aguas permanentes donde crecen plantas herbáceas acuáticas y palustres.
Las acuáticas como Pistia stratiotes y las especies de Eichhornia habitan en láminas de agua en lagunas y esteros. Mientras que las palustres como Cyperus giganteus y Typha latifolia crecen en las orillas saturadas de agua.
Delta del Paraná
Es uno de los deltas más grandes del mundo abarcando cerca de 14.000 Km2 y conformando un importante sistema de humedales. En esta región se manifiestan diversos biomas como la selva y la sabana, además del humedal. En relación a este último, se encuentran áreas parcialmente inundadas, así como áreas con lámina permanente de agua.
Entre las especies propias de estos humedales se encuentran palustres como el junco (Juncus spp.) y la cortadera o espadaña (Cortaderia selloana). Igualmente, se encuentran especies acuáticas flotantes como el camalote (Eichhornia crassipes) y el repollito de agua (Pistia stratiotes).
Bañados de Mar Chiquita
Esta zona está conformada por el sistema fluvial del río dulce y la laguna Mar Chiquita ubicado al centro-norte del territorio argentino. Aquí se desarrollan hierbas palustres como Typha latifolia y Schoenoplectus americanus.
Por su parte en los afloramientos salinos con la capa freática a nivel de la superficie, se encuentran arbustos halófilos (resistentes a la salinidad). Entre estos destacan las especies Atriplex argentina y Heterostachys ritteriana.
Mallines
En la Patagonia se encuentran áreas de tierras saturadas de agua denominados mallines, es decir que el nivel freático es superficial. Este régimen de saturación de agua puede ser temporal o permanente, teniendo en algunos casos altos niveles de salinidad.
Las especies están adaptadas a estas condiciones y crecen gramíneas Festuca scabriuscula y Poa pratensis, así como la ciperácea Carex gayana.
Biomas marinos
Las aguas marinas argentinas abarcan áreas de dos regiones biogeográficas del Atlántico occidental. Al norte encontramos la provincia marina Argentina correspondiente a la región Subtropical y al sur la provincia Magallánica, parte de la región Subantártica.
Provincia Argentina
Incluye fondos arenosos al norte y fondos de restinga al sur donde se forman comunidades de grandes algas. En esta región se alternan en el año aguas cálidas del norte con aguas frías del sur.
Esto hace que desde el punto de vista biológico sea un bioma heterogéneo, con especies subtropicales y subantárticas. Entre las primeras tenemos por ejemplo el pez Percophis brasiliensis y entre las segundas al pez Acanthistius patachonicus.
Mientras que los dos crustáceos de mayor valor económico son el camarón (Artemisia longinaris) y el langostino (Pleoticus muelleri).
Provincia magallánica
Este bioma se caracteriza por presentar fondos de restinga y fondos fangosos en la desembocadura de los ríos. En esta área se presentan mareas muy amplias con corrientes marinas fuertes e intensos vientos del oeste.
Los fondos consolidados de restinga permiten el arraigo de grandes algas de géneros como Durvillea, Lessonia y Macrocystis.
En estas praderas de algas se encuentran organismos como anémonas (Corynactis carnea), lapas (Nacella mytilina), almejas (Gaimardia trapecina), entre otros. También peces endémicos de esta provincia marina como Maynea puncta.
Referencias
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- Calow, P. (Ed.) (1998). The encyclopedia of ecology and environmental management.
- Chebez, J.C. (2006). Guia de las reservas naturales de la Argentina. Zona Central. Volumen 5.
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- Purves, W. K., Sadava, D., Orians, G. H. and Heller, H. C. (2001). Life. The science of biology.
- World Wild Life (Vista el 25 oct. 2019). worldwildlife.org/biomes