¿Quién fue Edward C. Tolman?
Edward C. Tolman (1886-1959) fue un psicólogo estadounidense que perteneció a las corrientes del conductismo y el cognitivismo. Es conocido principalmente por establecer una rama del conductismo conocida como psicología propositiva, que trataba de combinar las ideas de ambas teorías, enfrentadas en ese momento.
En tiempos de Tolman, la psicología estaba totalmente dividida en dos corrientes. Una, donde predominaba la escuela de la Gestalt, se preocupaba sobre todo por estudiar fenómenos mentales e internos. La otra, cuyo mayor exponente era el conductismo, rechazaba comprender cualquier elemento humano que no estuviera relacionado con la conducta observable.
A pesar de que en principio se decantó por el conductismo, también estuvo muy influenciado por la escuela de la Gestalt. En los años 20, defendió la idea de que las teorías de John Watson (basadas en la simple relación estímulo-respuesta para explicar la conducta humana) eran muy limitadas.
En su obra más conocida, Conducta propositiva en animales y hombres (1932), sugirió que el comportamiento debe entenderse como un acto con un objetivo concreto. Este estaría formado tanto por los movimientos musculares implicados, como por los procesos cognitivos que los guían. Aun así, su enfoque permaneció básicamente conductista durante toda su vida.
Biografía de Edward C. Tolman
Edward Chace Tolman nació el 14 de abril de 1886 en West Newton, Massachusetts (Estados Unidos). Creció en el seno de una familia con inclinaciones científicas: su hermano, Richard Tolman, era físico en el Instituto de Tecnología de California.
Durante los primeros años de su vida universitaria, Edward Tolman cursó estudios de física. Sin embargo, decidió cambiar de trayectoria y especializarse en el estudio de la mente humana, tras leer el libro de John Watson Principios de psicología. En 1915 obtuvo su doctorado en psicología de Harvard.
Tras pasar tres años como profesor en la Northwestern University, Tolman decidió trasladarse a California, donde impartió clases en Berkeley.
Allí pasó gran parte de su vida, enseñando en la facultad de psicología desde 1918 hasta 1954. Durante estos años, se ganó la fama de ser un profesor muy cercano y con gran habilidad para la docencia.
Trabajo como investigador
Durante el tiempo que estuvo enseñando en Berkeley, Tolman compaginó su labor docente con la investigación. La mayoría de sus experimentos fueron llevados a cabo utilizando ratas como sujetos de estudio.
Su objetivo era entender los principios del comportamiento, pero rechazando la idea de que toda la conducta tiene que ver con una simple relación estímulo-respuesta, como proponía el conductismo.
Con estos experimentos, Tolman fue capaz de desarrollar una de sus teorías más importantes: la de los mapas mentales. Este investigador descubrió que si una rata recorría un laberinto un número suficiente de veces, acababa haciéndose una idea de su composición y podía llegar a la salida, incluso si el camino que seguía habitualmente estaba bloqueado.
De esta manera, propuso la teoría de que algunos aprendizajes ocurren incluso en contextos en los que no existe ningún refuerzo externo, lo que iba en contra de las teorías conductistas predominantes en el momento.
Tolman bautizó este fenómeno como “aprendizaje latente”, y esta idea, junto a la de los mapas mentales, dio lugar a la psicología cognitiva.
Reconocimientos
Gracias a sus investigaciones y a su labor como docente, Edward Tolman recibió varios premios y reconocimientos importantes a lo largo de su carrera. Algunos de los más relevantes son los siguientes:
- En 1937, presidente de la Asociación Americana de Psicología (APA), la institución más importante de este país.
- En 1940, presidente de la Sociedad Lewin para el Estudio Psicológico de Problemas Sociales.
- En 1949, nombrado Compañero de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias.
- En 1957 recibió una condecoración especial por parte de la APA en reconocimiento por sus contribuciones a la ciencia y la psicología.
- En 1963, a título póstumo, la universidad de Berkeley construyó un nuevo edificio destinado a la enseñanza de la educación y la psicología, que recibió el nombre de “Salón Tolman”.
Teoría del aprendizaje de Edward C. Tolman
Una de las características más interesantes del trabajo de Tolman es que, a pesar de considerarse conductista y seguir la metodología experimental desarrollada por esta rama de la psicología, tenía ideas mucho más flexibles que los principales exponentes en este campo, como podían ser Watson o B.F. Skinner.
De esta manera, a pesar de coincidir con estos autores en la necesidad de seguir un modelo experimental, también incorporó ideas de otras corrientes menos “objetivas”, principalmente la escuela de la Gestalt.
Su principal obsesión respecto a la teoría del aprendizaje era demostrar que no siempre es necesaria la presencia de un refuerzo externo para que un organismo (ya sea un animal o una persona) adquiera nuevo conocimiento. De esta manera, optaba por un modelo “estímulo-estímulo”, contrapuesto al clásico “estímulo-respuesta” que imperaba en ese momento.
Para demostrar sus ideas, Tolman recurrió a los experimentos con laberintos y ratas ya mencionados. En ellos, descubrió que algunos aprendizajes no producen resultados externamente visibles en el momento en que se dan. Por el contrario, se quedan “dormidos” esperando el instante en que es necesario utilizarlos.
Tolman bautizó este fenómeno como “aprendizaje latente”. A pesar de que sus ideas al respecto no estuvieron muy desarrolladas debido a la dificultad de estudiar este fenómeno, en las décadas posteriores sirvieron como base para muchas otras corrientes más avanzadas dentro de la psicología, principalmente el cognitivismo.
Así, por ejemplo, hoy en día sabemos que una persona “experta” en un campo determinado, lo es porque ha interiorizado una gran cantidad de aprendizajes latentes, a los que puede recurrir en los momentos en que los necesita.
Por el contrario, un principiante en cualquier materia aún no ha sido capaz de interiorizar los datos más importantes sobre su disciplina.
Mapas cognitivos de Edward C. Tolman
La otra idea más conocida de todas las desarrolladas por Tolman fue la de los mapas cognitivos. En sus experimentos con ratas, se dio cuenta de que estos animales eran capaces de recorrer un laberinto que ya conocían con facilidad, incluso cuando se les bloqueaba el camino que utilizaban habitualmente.
Para este investigador, la explicación a este fenómeno es que las ratas son capaces de memorizar los datos más relevantes sobre su entorno y construirse un “mapa cognitivo” sobre aquello que les rodea. Este mapa les ayudaría a navegar por sus alrededores sin dificultades, y les otorgaría una mayor capacidad de adaptación.
Tolman defendía la idea de que los seres humanos construimos esta clase de mapas constantemente, con la intención de comprender la realidad que nos rodea de la manera más sencilla posible.
De esta manera, cada vez que nos encontramos con una situación similar en varias ocasiones, interiorizamos algunas de sus características y las utilizamos para guiarnos en cualquier otra parecida que vivamos en el futuro.
De nuevo, esta idea no fue desarrollada completamente por Tolman, debido a la existencia de pocos datos objetivos que hubiese podido utilizar para ampliarla. Sin embargo, en las décadas siguientes, la teoría de los mapas cognitivos dio lugar a muchos otros conceptos útiles dentro del campo de la psicología.
Por ejemplo, Daniel Kahneman utilizó la teoría de los mapas cognitivos como base para formular la suya propia de los sesgos mentales y del sistema dual del pensamiento.
Esta teoría fue tan influyente en el estudio de la mente humana que le valió un premio Nobel, además de sentar las bases de muchos conceptos empleados en esta ciencia hoy en día.
Por otra parte, en disciplinas menos académicas, como la programación neurolingüística, se utiliza el concepto de los mapas cognitivos para explicar la manera en que los seres humanos nos relacionamos con el mundo que nos rodea.
Debido al desarrollo de sus ideas por disciplinas de este tipo, Tolman es considerado uno de los padres de la psicología moderna.
Experimentos de Edward C. Tolman
Una de las claves del pensamiento de Tolman fue su creencia de que la psicología debía ser tratada como una ciencia natural, y, por lo tanto, debía basarse en experimentos objetivos y replicables, en lugar de en otros métodos menos fiables, como la introspección.
Así, Tolman trató de diseñar experimentos objetivos con los que estudiar la mente humana, el aprendizaje y otros fenómenos similares. Esta idea surgía del conductismo, corriente que se hacía más fuerte dentro de la psicología, pero su enfoque era ligeramente distinto.
La principal diferencia entre el conductismo clásico y el de Edward Tolman era que mientras el primero solo trataba de estudiar la conducta observable, los experimentos del segundo tenían como objetivo entender fenómenos más complejos y aparentemente inescrutables, como el subconsciente, la memoria o el amor.
Referencias
- Edward C. Tolman. Recuperado de britannica.com.
- Edward C. Tolman. Recuperado de newworldencyclopedia.org.
- Edward C. Tolman. Recuperado de verywellmind.com.
- Edward C. Tolman. Recuperado de lamenteesmaravillosa.com.
- Edward C. Tolman. Recuperado de en.wikipedia.org.