¿Qué son los ritmos de aprendizaje?
Los ritmos de aprendizaje son las diferentes velocidades a las que las personas pueden adquirir nuevos conocimientos o habilidades. Se trata de uno de los factores más importantes a la hora de predecir el desempeño en áreas como la educación, el éxito laboral o la satisfacción personal.
Si bien están muy relacionados con la inteligencia, los ritmos de aprendizaje no tienen por qué correlacionar en todo momento con este factor. Así, un individuo muy inteligente puede tener un ritmo de aprendizaje lento o moderado, a pesar de que esto no sea lo más habitual.
Generalmente, se suelen clasificar en lento, moderado y rápido. La mayoría de la población presenta el moderado, pero existen diferentes factores (tanto biológicos como sociales) que pueden hacer que un individuo tenga mayor o menor facilidad para aprender.
Se suele citar a Jean Piaget (1896-1980), el famoso psicólogo del desarrollo, por su trabajo en el estudio de los procesos de adquisición del conocimiento en niños. Sin embargo, los datos sobre este tema aún no están muy desarrollados, por lo que es necesario realizar más investigaciones al respecto.
Los ritmos de aprendizaje según Piaget
Jean Piaget fue uno de los psicólogos pioneros en el estudio del aprendizaje, y uno de los primeros en tratar de explicar por qué existen diferencias en la velocidad a la que se puede adquirir el conocimiento.
Para él, los ritmos de aprendizaje estaban muy relacionados con los tres procesos básicos mediante los que los niños cambian sus conocimientos sobre el mundo.
Piaget creía que los niños van aumentando sus conocimientos mediante el uso de tres herramientas: la asimilación, la acomodación y la equilibración. El tercero se encarga de conseguir un balance entre los dos primeros, y es el que más influencia tiene sobre los ritmos de aprendizaje.
- Asimilación. La idea principal es que las personas (tanto niños como adultos) tienen una serie de esquemas que utilizan para tratar de entender el mundo. Cuando se presenta una nueva información, la primera tendencia es tratar de asimilarla al esquema correspondiente que ya está formado en la mente. El proceso de asimilación tiene sus fallos, pues solo funciona cuando la información presentada no contradice en gran medida a las ideas que ya se tenían previamente. Sin embargo, se trata de la herramienta principal que usan los niños en cada una de las fases del aprendizaje, y que los adultos siguen aplicando en la cotidianidad.
- Acomodación. El proceso de acomodación es, en cierta medida, el opuesto del de asimilación. Se da cuando la nueva información que se recibe contradice en gran medida a los esquemas previos de la mente. Cuando esto ocurre se produce un fenómeno conocido como “disonancia cognitiva”, que genera una tendencia a intentar acomodar la nueva información a lo que se creía saber. Sin embargo, cuando esta disonancia es lo suficientemente fuerte, la persona no tiene más remedio que modificar sus creencias y formas de pensar para adaptarse a la nueva realidad que ha descubierto. Para Piaget, cuando ocurre el proceso de acomodación, el individuo pasa a un nuevo estadio del pensamiento, siendo esta la principal manera en que los niños consiguen su desarrollo cognitivo.
- Equilibración. La equilibración es la fuerza que conjuga a las otras dos. Se trata de la tendencia de los individuos a mantener los esquemas ya existentes durante tanto tiempo como sea posible, utilizando, por lo tanto, principalmente la asimilación para tratar de comprender los nuevos datos que les llegan. La equilibración es el principal factor que influye en los ritmos de aprendizaje de cada persona. Mientras que algunos individuos son capaces de mantener sus esquemas durante mucho tiempo, lo que implica un ritmo de aprendizaje más lento, otros pueden replantearse aquello que creen que saben con más facilidad y emplean la acomodación de manera más fluida. Por lo tanto, cuanto menor sea la necesidad de mantener el equilibrio cognitivo de un individuo, más sencillo le será aprender. Sin embargo, investigaciones posteriores apuntan a que este no es el único factor que influye en los ritmos de aprendizaje.
Clasificación de los ritmos de aprendizaje
Los ritmos de aprendizaje suelen clasificarse en tres tipos: lento, moderado y rápido. La mayoría de la población tiene un ritmo moderado, pero también existen algunos en los extremos.
- Ritmo de aprendizaje lento. Las personas que presentan este ritmo de aprendizaje tienen ciertas dificultades para adquirir conocimientos a una velocidad considerada normal. A menudo, estos individuos presentan problemas como dificultades para memorizar, problemas de atención y concentración, y dificultades con la lógica, el razonamiento y otras habilidades relacionadas. Sin embargo, el ritmo de aprendizaje lento no tiene por qué estar relacionado necesariamente con algún tipo de problema cognitivo o del desarrollo. De hecho, existen muchos casos de niños que solo presentan dificultades en el área verbal o de la memoria, pero que se desarrollan al mismo ritmo que sus compañeros. La principal dificultad que tienen las personas con un ritmo de desarrollo lento durante su etapa escolar es que para ellas es muy complicado seguir el ritmo de sus compañeros. Esto puede causar todo tipo de problemas, desde fracaso escolar hasta falta de motivación y baja autoestima. Por ello, en muchos lugares del mundo se considera que los individuos con un ritmo de aprendizaje lento requieren atención especial para paliar las dificultades que sufren.
- Ritmo de aprendizaje moderado. La mayoría de los individuos se encuentran en este grupo. Las personas con un ritmo de aprendizaje moderado son capaces de adquirir nuevos conocimientos y habilidades a una velocidad normal, aunque a menudo presentan áreas en las que tienen más destreza que en otras. Normalmente, los individuos con un ritmo de aprendizaje moderado tienen que esforzarse de manera consciente para conseguir buenos resultados en el sistema educativo formal. Esto se debe a que, aunque sus capacidades son las adecuadas para aprobar y conseguir sus objetivos de aprendizaje, no son suficientemente avanzadas como para lograrlo sin esfuerzo. En general, los niños con un ritmo de aprendizaje moderado son los que menos dificultades presentan en el sistema educativo, contra lo que pudiera parecer. Esto es porque la enseñanza formal está diseñada para ellos, por lo que no suelen tener problemas a nivel de integración en el aula a nivel académico.
- Ritmo de aprendizaje rápido. Los individuos con ritmo de aprendizaje rápido son capaces de adquirir nuevos conocimientos, actitudes y habilidades con menos esfuerzo y mayor rapidez que el resto. Un pequeño porcentaje de la población tiene una capacidad de aprendizaje que pueda considerarse dentro de este grupo. Al igual que ocurría en el grupo del ritmo lento, los individuos en esta categoría no tienen por qué presentar diferencias cognitivas respecto al promedio. De hecho, generalmente tienen algunas habilidades mucho más desarrolladas que otras, pudiendo destacar solamente en ciertas áreas específicas. Sin embargo, en muchas ocasiones las personas con ritmo de aprendizaje rápido presentan otras características que relacionan este fenómeno con altas capacidades cognitivas. Así, en general, aquellos individuos que aprenden muy rápido también suelen tener una serie de rasgos que los señalan como superdotados. Contra lo que pudiera parecer, las personas con un ritmo de aprendizaje rápido también suelen presentar graves dificultades dentro del sistema educativo. Esto se debe a que su mayor facilidad para adquirir conocimientos hace que se aburran al tener que seguir el ritmo de sus compañeros, lo que les genera falta de motivación, frustración y todo tipo de problemas.
Instrumentos para medir los ritmos de aprendizaje
Debido a que la teoría sobre los ritmos de aprendizaje no está demasiado desarrollada, no existen herramientas que permitan medir esta capacidad en concreto de manera independiente.
Sin embargo, los test de inteligencia tradicionales pueden dar indicaciones bastante precisas sobre si una persona se encuentra en el grupo lento, moderado o rápido.
Los test de inteligencia pueden medir o bien la inteligencia fluida o general, o la inteligencia cristalizada, que implica también los conocimientos que ya se han adquirido a lo largo de la vida. Muchos investigadores creen que las pruebas que se enfocan en el primer tipo son las que mejor miden los ritmos de aprendizaje.
Ejemplos de ritmos de aprendizaje
- Ritmo de aprendizaje lento. Las personas con un ritmo lento pueden requerir más tiempo para asimilar y retener nueva información. Por ejemplo, podrían necesitar más tiempo para dominar una nueva técnica en el trabajo o comprender conceptos académicos complejos.
- Ritmo de aprendizaje moderado. La mayoría de las personas se sitúan en este rango. Significa que pueden aprender de manera eficiente con un enfoque equilibrado. Asimilan información a un ritmo constante y la retienen de manera efectiva con un esfuerzo y tiempo razonables.
- Ritmo de aprendizaje rápido. Algunas personas tienen un ritmo de aprendizaje rápido y pueden asimilar información rápidamente. Por ejemplo, pueden aprender rápidamente un nuevo idioma o dominar conceptos matemáticos avanzados en un tiempo más corto.
Referencias
- Jean Piaget’s Theory of Cognitive Development. Recuperado de simplypsychology.org.
- Los ritmos de aprendizaje. Recuperado de editorialdismes.com.
- Respetar los ritmos de aprendizaje infantil. Recuperado de etapainfantil.com.
- Ritmo de aprendizaje. Recuperado de ecured.cu.
- Ritmos y estilos de aprendizaje. Recuperado de formacionpedagogicaapares.blogspot.com.