Los ecosistemas terrestres son las áreas donde interactúan factores bióticos (seres vivos) y abióticos (no vivos) en un ambiente de aire sobre tierra emergida. La característica fundamental es el medio en el que se desarrolla, que en este caso es el aire y el suelo como soporte físico.
El medio aeroterrestre impone una serie de propiedades a estos ecosistemas, generando en los seres vivos formas específicas de adaptación. Principalmente debido a que el medio terrestre se ve sometido directamente a los efectos del clima.
Las mayores variaciones son por temperatura, efectos de tormentas, cambios de humedad, entre otros factores. Todo esto hace que la variación de adaptaciones de los seres vivos alcance su mayor expresión en este medio.
En estas condiciones, los ecosistemas alcanzan una alta variabilidad, existiendo miles de ecosistemas terrestres.
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Características de los ecosistemas terrestres
El aire como medio
Los seres vivos de los ecosistemas terrestres se desenvuelven en un medio compuesto de aire. El mismo es de baja densidad, susceptible a fuertes variaciones de temperatura y fenómenos climáticos, condicionando las adaptaciones que desarrollan los seres vivos.
La tierra como soporte
Estos ecosistemas se desarrollan teniendo como soporte la fracción terrestre emergida, que establece condiciones particulares para el desarrollo de los ecosistemas. El suelo además de soporte físico, representa el suministro de agua y nutrientes para los productores primarios y en sí conforma un ecosistema particular.
Variabilidad ambiental
El medio aeroterrestre está sometido a la incidencia del tiempo atmosférico, es decir las variaciones de temperatura, precipitaciones, vientos y otros factores y elementos. El clima es muy variable en términos de época del año, latitud y altitud, creando una gran diversidad de combinaciones ambientales particulares.
Esto ha promovido la diversificación de especies para adaptarse a las diversas exigencias de los distintos ambientes terrestres.
Adaptaciones
La vida se originó en los océanos, por lo que los seres vivos tuvieron que desarrollar diversas estrategias para adaptarse al medio aeroterrestre. En el caso de las plantas como productores primarios desarrollaron tejidos mecánicos que les permitiera erguirse.
Esto debido a que en la tierra la atmósfera no ofrece el soporte que proporciona el agua para mantenerse erguidas. Además desarrollaron sistemas radicales y de conducción de agua para obtener y transportar el agua y minerales.
De igual forma establecieron sistemas para intercambio de gases a través de las hojas. Por su parte, los animales desarrollaron sistemas de respiración a partir del aire y sistemas de locomoción aeroterrestres.
Tipos de ecosistemas terrestres
Tomando en consideración que un ecosistema es una combinación específica de condiciones bióticas y abióticas a nivel local, los ecosistemas terrestres son muy numerosos. De tal forma que para hacer un bosquejo general de los mismos aquí se expondrán agrupados en los biomas que los incluyen.
Tundra
Este bioma alberga los ecosistemas terrestres ubicados en las latitudes más al norte del planeta, o en algunas regiones del sur. Las condiciones climáticas son extremas, con temperaturas cercanas o por debajo de 0ºC durante casi todo el año y la presencia de una capa de suelo permanentemente congelada.
Esto limita las posibilidades de desarrollo de la vegetación, la cual se reduce a musgos, líquenes y algunas especies herbáceas. En la fauna se encuentran los renos (Rangifer tarandus) y su depredador el lobo (Canis lupus).
Taiga
Más al sur de la tundra se desarrollan los ecosistemas agrupados en la taiga o bosque boreal. Estos son grandes extensiones de bosques de coníferas con escasa diversidad estructural.
La fauna es más diversa que en la tundra, con grandes mamíferos como renos, lobos, osos (Ursus spp.) y alces (Alces alces). Mientras que más al sur aparecen especies de angiospermas como el arce (Acer spp.), roble (Quercus spp.) y olmo (Ulmus spp.) combinadas con las coníferas.
Bosque templado
Hacia latitudes más alejadas de los polos, se encuentran los ecosistemas de bosques templados. Aquí se incluyen bosques templados de hoja ancha, bosques de coníferas, bosques mixtos y bosques mediterráneos.
Estos últimos ubicados en condiciones de clima muy peculiares, definidas por la influencia marina, con veranos secos y cálidos, e inviernos frescos. Los bosques mediterráneos solo se localizan en la cuenca del mar Mediterráneo, en California y en la costa del Pacífico en Chile.
También se presentan en Sudáfrica y el suroeste de Australia. Por su parte, en extensas áreas de Eurasia y Norteamérica se encuentran bosques templados de hoja ancha.
Entre las especies vegetales está el roble (Quercus robur), el abedul (Betula spp.) y la haya (Fagus sylvatica). Entre las coníferas hay pinos (Pinus spp.), cedros (Cedrus spp.), cipreses (Cupressus spp.), abetos (Abies spp.) y sabinas (Juniperus spp.).
Mientras que en la fauna habita el lobo, el oso, los ciervos (Cervus elaphus), entre muchas otras especies.
Estepa
Estos ecosistemas se desarrollan en tierras planas de clima frío y seco, entre los límites de la taiga o bosques boreales y los bosques templados. Se caracterizan por el dominio de especies de gramíneas y ciperáceas, con escasos arbustos.
Se encuentran en áreas de Eurasia, especialmente en Siberia (Rusia) y algunas áreas en el cono sur Sudamericano. De estos ecosistemas en Eurasia es el caballo salvaje mongol o caballo de Przewalski (Equus ferus przewalskii) y el antílope saiga (Saiga tatarica).
Pradera
Este bioma incluye a todos los ecosistemas dominados por hierbas, especialmente gramíneas en zonas templadas. Ocurren en altas latitudes al norte y al sur del Ecuador, entre los límites de los bosques templados y las zonas áridas o desérticas.
En el caso de Norteamérica donde este bioma alcanza su mayor extensión, se identifican ecosistemas de pastos altos, medios y bajos. De las praderas norteamericanas es el búfalo o bisonte americano (Bison bison) y el perrito de las praderas (Cynomys spp.)
Selva tropical
En el marco de este bioma se encuentra la mayor diversidad de ecosistemas y entre sus ecorregiones están las selvas tropicales húmedas y selvas secas (decíduas, semidecíduas y espinosas). Mientras que las selvas húmedas incluyen selvas nubladas o nubosas de montaña y selvas lluviosas cálidas.
Solo considerando una selva lluviosa en particular como la selva amazónica, se distinguen diversidad de ecosistemas. Entre ellos el ecosistema de várzea o selva inundable de ríos de aguas blancas, el igapó o selvas inundables de ríos de aguas negras y la selva de arenas blancas.
Aquí habitan depredadores como el jaguar (Panthera onca), el puma (Puma concolor) y el águila arpía (Harpia harpyja). Mientras que entre los primates están los monos aulladores (Alouatta spp.), los monos lanudos (Lagothrix spp.), los monos arañas (Ateles spp.), entre otros.
En el ecosistema de Selva Nublada Andina se encuentra el oso de anteojos (Tremarctos ornatus) y el tapir andino (Tapirus pinchaque).
Páramo
Son ecosistemas arbustivos de la alta montaña tropical de América y África, con su máximo desarrollo en las montañas andinas entre los 3.800 msnm y el límite de las nieves perpetuas.
Se caracterizan por ser arbustales bajos y medios con abundancia de especies de familias como las compuestas, ericáceas y leguminosas. Aquí se presenta un alto nivel de especies endémicas, es decir exclusivas de estas áreas.
Sabana
Aquí se ubican diversos ecosistemas, siendo la matriz básica la de planicies cubiertas fundamentalmente de gramíneas. Sin embargo, existen diferentes ecosistemas de sabana, entre ellos sabanas no arboladas y sabanas arboladas.
Dentro de estas últimas varían también los ecosistemas según las especies arbóreas dominantes, pudiendo ser palmas. Así por ejemplo, la sabana arbolada con acacias (Acacia spp.) es el ecosistema característico de la sabana africana.
Mientras que en Sudamérica se encuentran sabanas arboladas con palmas como la palma llanera (Copernicia tectorum), samán (Samanea saman) y otras leguminosas.
Desierto
Los ecosistemas de zonas desérticas son también variables, aunque de escasa diversidad tanto en flora como en fauna. Esto debido a sus condiciones abióticas extremas, existiendo ecosistemas de desiertos calientes y de desiertos fríos.
En ambos casos la limitante fundamental es el agua, mientras que la radiación solar es abundante. Por otra parte, se caracterizan por una fuerte variación de temperatura entre el día y la noche.
La vegetación es escasa e incluso ausente en algunas áreas, mientras que en la fauna abundan los reptiles y algunos mamíferos como los camélidos. Estos últimos incluye a los dromedarios (Camelus dromedarius) en desiertos calientes y las vicuñas (Vicugna vicugna) y guanacos (Lama guanicoe) en desiertos fríos.
Ejemplos de ecosistemas terrestres
Ecosistema de selva lluviosa amazónica no inundable
Son ecosistemas de gran biodiversidad formando complejas redes alimentarias que se desarrollan en una extensa planicie ondulada en Sudamérica. Sus condiciones abióticas se caracterizan por alta pluviosidad (más de 3.000 mm) a lo largo del año y altas temperaturas (promedio 26ºC).
Los suelos son de fertilidad media a baja y la luz esta limitada por lo intrincado de la vegetación. Su componente biótico incluye animales como la danta (Tapirus terrestris), el pecarí o sajino (Pecari tajacu) y el jaguar.
También se encuentran diversos primates, reptiles, anfibios e insectos. Mientras que la flora se manifiesta en varios pisos de árboles, numerosas trepadoras y epífitas y un sotobosque de hierbas gigantes y arbustos.
Teniendo entre sus especies grandes árboles como el angelino rojo (Dinizia excelsa) y palmas como la conta (Attalea burretiana). En tanto entre las epífitas hay orquídeas, bromelias y aráceas, y en el sotobosque heliconias (Heliconia spp.) y palmas como Geonoma spp. y Catoblastus spp.
Ecosistema de bosque mediterráneo
Se trata de bosques siempreverdes con especies de hojas duras que resisten la sequía y determinados por factores abióticos como un verano seco y cálido y un invierno fresco y lluvioso.
El bosque mediterráneo presenta un estrato arbóreo bajo dominado por especies de Quercus. Luego, un sotobosque de pequeños arbustos como el tomillo (Thymus spp.), la jara blanca (Cistus albidus) y el romero (Salvia rosmarinus).
Mientras que en la fauna encontramos al lince ibérico (Lynx pardinus), liebres (Lepus granatensis), jabalí (Sus scrofa) y la perdiz (Perdix perdix), entre otras especies.
Referencias
- Agustín-Mendoza, E., Passarino, S.N., Quiroga, C.R. y Suárez, F.M. (2013). Ecosistemas terrestres. Escritura en Ciencias. Ministerio de Educación de la Nación. Buenos Aires.
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- Margalef, R. (1974). Ecología. Ediciones Omega.
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- Purves, W. K., Sadava, D., Orians, G. H. and Heller, H. C. (2001). Life. The science of biology.
- World Wild Life. Ecorregiones Terrestres (Visto el 20 sept. 2020). Tomado de:worldwildlife.org/biomes