Los ambientes de transición o ecosistemas de transición son aquellos que surgen en la zona limítrofe entre dos ambientes claramente definidos y contrastantes. Esto generalmente ocurre entre medios muy diferentes como el medio aeroterrestre y el acuático, aunque también entre diferentes ambientes acuáticos o terrestres contrastantes.
Las características de estos ambientes de transición suelen ser una combinación de las los ambientes que interactúan. Son propiedades emergentes, es decir que surgen producto de la interacción de los ambientes limítrofes, pero son distintas a las que manifiestan dichos ambientes.
En general los ambientes de transición tienen condiciones abióticas menos estables que los ambientes regulares y tasas de cambio más aceleradas. Por otra parte, se encuentran especies propias de los ambientes que interactúan en el área y otras propias del ambiente de transición.
Los ambientes de transición se clasifican en naturales e inducidos o artificiales (provocados por la acción humana). Ejemplos de ambientes de transición son la zona costera y los márgenes de ríos, lagunas, estanques y otros humedales como el manglar.
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Características de los ambientes de transición
Ecotono, borde o frontera ecológica
Los ambientes de transición se generan en los ecotonos (zonas de tensión por la interacción de dos ecosistemas estables contrastantes). En estos ambientes el intercambio de energía es máximo debido a que se cruzan redes alimentarias diferentes y se abren nuevas posibilidades a distintos elementos de la cadena alimentaria.
Diversidad, densidad poblacional y velocidad de cambio
El mayor flujo de energía facilita el aumento del número de especies y del tamaño de las poblaciones, es decir el número de individuos. Por otra parte, las tensiones entre los ambientes en interacción hacen emerger una condición inestable.
Por ejemplo, en el litoral marino las áreas pasan alternativamente de emergidas a sumergidas y el oxígeno viene del aire o agua en cada condición En las orillas de ríos, las crecidas y desbordamientos provocan igualmente cambios constantes en el área de transición.
Las plantas y animales que colonizan tales ambientes de transición deben adaptarse a soportar dicha dinámica.
Surgen de forma natural o por la acción humana
Los ambientes de transición surgen de forma natural en las franjas de interacción entre ambientes naturales, pero también producto de la acción humana. En el primer caso el litoral marino o la orilla o vega de un río son ejemplos claros, así como un manglar o un delta.
Sin embargo, las acciones humanas transformando el entorno natural también crean ambientes de transición, denominados entonces inducidos o artificiales.
Tal es el caso de una represa o embalse, canales de riego e incluso de áreas cultivada, ya que sus márgenes de cultivos son ambientes de transición con el entorno natural. Allí se presentan algunas plantas y animales adaptados a las mejores condiciones que proporciona el cultivo y los miles de años de actividad agrícola ha dado lugar a las plagas.
Luego, dentro de los ambientes de transición naturales, los más resaltantes son aquellos entre medios ambientes muy contrastantes. Por ejemplo, entre ambientes aeroterrestres y acuáticos, donde coexisten seres vivos adaptados a cada condición y especies adaptadas al ambiente de transición.
Igual ocurre entre el ambiente acuático y la subcorteza terrestre, como es el caso de la interacción entre el océano y las fuentes geotermales (fumarolas). En este caso se produce un ecosistema altamente productivo en medio de un desierto submarino.
Por otra parte, hay ambientes de transición menos evidentes, tales como los generados en el ecotono entre el bosque y el pastizal. Así como entre la tundra y la taiga, y muchos otros ecosistemas con fronteras más o menos delimitadas.
Flora de los ambientes de transición
La flora en los ambientes de transición varía de acuerdo al ambiente en particular y en ocasiones puede ser escasa. Por ejemplo, la vegetación en el litoral marino de playa está limitada a especies de ambientes arenosos salinos así como líquenes sobre rocas y algas y pastos marinos sumergidos.
Entre las plantas costeras esta la batatilla (Ipomoea pes-caprae), una rastrera de las convolvuláceas y la gramínea llamada saladillo (Sporobolus virginicus). Mientras que entre los pastos marinos sumergidos están las especies de los géneros Thalassia, Posidonia, Zostera y otros.
La hierba de tortuga (Thalassia testudinum) es una especie común en el Caribe, llamada así por servir de alimento a las tortugas marinas. En tanto que Posidonia oceanica es endémica del mar Mediterráneo.
Por otra parte, en los manglares hay especies adaptadas al ambiente de transición en sí, son los llamados manglares. Son árboles con adaptaciones anatómicas y fisiológicas para soportar las condiciones de salinidad extrema y falta de oxígeno como el mangle rojo (Rhizophora mangle) y el mangle negro (Avicennia germinans).
En los ambientes de transición a orillas de cuerpos de agua dulce, la vegetación es mucho más densa y diversa. Abarca toda una gradación de adaptaciones que incluye plantas palustres y acuáticas, tanto flotantes, energentes y sumergidas.
Aquí las plantas más alejadas de la orilla soportan inundaciones períodicas, en tanto las palustres se encuentran en zonas anegadas. Entre las palustres se encuentran especies como los juncos (Juncus spp.), el carrizo (Phragmites australis) y el papiro (Cyperus papyrus).
Mientras que entre las flotantes que se ubican en la transición entre el agua y el aire, están la Victoria regia (Victoria amazonica). El repollo de agua (Pistia stratiotes) y el jacinto de agua (Eichhornia crassipes).
Fauna de los ambientes de transición
Los animales adaptados a ambientes de transición son tan diversos como ambientes de este tipo existen. Los más relevantes son los mamíferos acuáticos, que evolucionaron para retornar del ambiente terrestre al marino.
Esto incluye a los cetáceos (ballenas, delfines, marsopas) que viven en el mar, pero requieren del aire para respirar. Al igual que los sirénidos (manatíes y dugongos) que habitan en los ríos, deltas y en los manglares.
Otro grupo de interés son los pinnipedos (verdaderas focas, otarios y morsas), que viven en el ambiente de transición del litoral marino. Por ejemplo, la foca común (Phoca vitulina), lobo fino de Galápagos (Arctocephalus galapagoensis) y la morsa (Odobenus rosmarus).
También las tortugas marinas incursionan en el ambiente de transición para su reproducción, tal como la tortuga verde (Chelonia mydas).
En los ambientes de transición entre la tierra y el agua dulce, se encuentran animales como el capibara (Hydrochoerus hydrochaeris). Igualmente, diversas especies de caimanes (Caiman spp. y Melanosuchus niger) y cocodrilos (Crocodylus spp.).
También hay nutrias tanto de agua salada (Enhydra lutris) como dulce (Pteronura brasiliensis), al igual que el castor (Castor spp.) en ríos de zonas templadas. En las islas Galápagos está la iguana marina (Amblyrhynchus cristatus), ocupando la transición entre el mar y la costa rocosa.
Ejemplos de ambientes de transición
Manglar
Este ambiente constituye una transición entre el ambiente aeroterrestre y el marino, formando una gradación desde tierra adento hasta el fondo costero. Las especies de árboles que forman el manglar se han adaptado a los distintos niveles de presencia del agua y la sal.
De tal forma que el mangle botoncillo (Conocarpus erectus) crece tierra adentro, en tanto que otras especies se adentran en el mar, como el mangle rojo y el mangle negro. Además este ecosistema esta generalmente asociado a la presencia de praderas de pastos submarinos, como la hierba de tortuga.
Litoral marino
Este es un complejo ambiente de transición que incluye diversas especies de crustáceos, moluscos, peces y mamíferos. En este ambiente disponen de abundante luz solar y agua, pero deben adaptarse a los períodos alternos de ascenso y descenso del nivel del agua.
Al igual que al embate del oleaje, por lo que algunos organismos desarrollan formas de sujeción a las rocas. Mientras que otros como los bivalvos se entierran en la arena a la espera de la próxima ola o ascenso de la marea.
Delta
Este ambiente de transición combina la interacción de 4 ambientes diferentes, el terrestre, el aéreo, el dulceacuícola y el marino. Aquí se encuentran especies de peces de agua dulce, otras de agua salada y aquellas adaptadas al agua salobre.
Igualmente distintas especies de plantas adaptadas a diferentes condiciones de humedad y salinidad. También se manifiesta el carácter cambiante de los ambientes de transición, con fenómenos como el macareo.
El macereo ocurre en los grandes deltas como los de los ríos Amazonas y Orinoco y consiste en grandes olas de hasta 4 m que periódicamente penetran profundamente en el río avanzando. Estas olas son producto de las interacciones entre ls fuerzas de marea y la corriente del río.
Selva tropical inundable
Es una transición entre el ambiente dulceacuícola y el aeroterrestre, por la inundación períodica de la selva. Estas selvas son de dos tipos, de ríos de aguas negras (igapó) como el río Negro y ríos de aguas blancas (várzea) como el Amazonas.
Cada una con sus particularidades debido a las características fisicoquímicas de las aguas y en ambas se desarrollan especies de plantas y animales adaptadas a dichas condiciones. Quizás el ejemplo más representativo del carácter transicional de este ambiente, es el pez arapaima (Arapaima gigas) de 3 m de largo y 250 Kg.
Este pez nada entre las raíces de los grandes árboles por el sotobosque amazónico durante el período en que los ríos se desbordan. Incluso se alimenta de insectos y aves posados en las ramas, que captura dando saltos por encima del agua.
De igual forma, en zonas altas de la planicie amazónica, cuando baja mucho el nivel del agua, sobrevive enterrado en el barro asomando la cabeza. De hecho, respira tanto por branquias como aspirando aire a través de la boca.
Referencias
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