La autorregulación emocional es la capacidad de responder a las demandas que nos plantea nuestra experiencia con una respuesta emotiva adecuada, aceptable socialmente y adaptada al contexto. Las personas que dominan esta habilidad son capaces de responder de manera espontánea, a la vez que pueden elegir no seguir sus primeros impulsos siempre que esto sea necesario.
A nivel conceptual, la autorregulación emocional consiste en un conjunto de procesos internos y externos que se utilizan para monitorizar, evaluar y modificar las reacciones emocionales automáticas que sufrimos frente a determinados eventos. Junto con la regulación de otras personas se trata de una de las habilidades principales de la inteligencia emocional.
A pesar de su nombre, la autorregulación emocional no se encarga únicamente de los sentimientos. Para poder llevarla a cabo correctamente es necesario ser capaces de modificar también nuestros pensamientos, nuestra experiencia subjetiva y el comportamiento que adoptamos frente a una reacción automática.
Hoy en día se considera que la autorregulación emocional es una habilidad fundamental para la vida cotidiana. Las personas que la dominan tienen menos probabilidades de sufrir problemas como estrés, ansiedad, depresión o adicciones de todo tipo. Por suerte, incluso en el caso de individuos que no tienen un nivel muy alto de esta habilidad es posible llegar a desarrollarla.
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Características de la autorregulación emocional
– Se basa en la teoría modal de las emociones
Existen muchas teorías distintas sobre la emoción humana y su funcionamiento. Según algunas de ellas los sentimientos serían completamente automáticos e inevitables, por lo que no habría nada que pudiéramos hacer para modificar nuestras reacciones instintivas. Por el contrario, la autorregulación emocional se basa en la teoría modal de los sentimientos.
Según esta teoría las emociones no son reacciones instintivas, sino que para que se produzcan es necesario seguir un proceso en el que podemos influir para modificar nuestras reacciones. El proceso descrito por este modelo es el siguiente:
– Aparece una situación (interna o externa) que es relevante a nivel emocional.
– La atención de la persona se dirige hacia la situación.
– Se evalúa lo ocurrido y se interpreta a nivel cognitivo y emocional.
– Se produce una respuesta, que incluye elementos emocionales, mentales y de comportamiento.
– Se puede llevar a cabo de distintas formas
A partir de la teoría modal de las emociones, los expertos opinan que es posible llevar a cabo la autorregulación en los diferentes puntos del proceso. De esta forma no existe solo una manera de modificar nuestras reacciones sentimentales, sino que podemos escoger la que más nos ayude en base a la situación concreta.
Así, en la teoría más aceptada sobre la autorregulación emocional se habla de cinco maneras distintas de llevarla a cabo:
– Escoger las situaciones en las que queremos participar.
– Modificar la situación actual para que se adapte a nuestras preferencias.
– Cambiar el foco atencional hacia algo más agradable o útil.
– Modificar la manera en la que pensamos sobre lo que ocurre.
– Modular nuestro comportamiento automático sin dejarnos arrastrar por las emociones.
Estas cinco estrategias de regulación emocional pueden dividirse en dos categorías: las que ponen el foco en la prevención y las que se centran en la respuesta. Mientras que las primeras se ponen en marcha antes de que se haya generado la respuesta, las segundas ocurren después de que esto haya ocurrido.
– Es posible entrenarla
Al igual que ocurre con muchas de las habilidades que forman parte de la inteligencia emocional, es perfectamente posible trabajar en nuestra capacidad de regular nuestros sentimientos y los comportamientos derivados de los mismos. De hecho, en la gran mayoría de los casos esta habilidad no aparece de manera natural.
Las emociones son generalmente difíciles de controlar y regular, por lo que la mayoría de personas tienen que pasar por un proceso de aprendizaje consciente a la hora de conseguir hacerlo. De hecho, muchos tipos de terapia psicológica incluyen estrategias para aprender a regular y controlar las propias emociones y las respuestas que surgen de las mismas.
Ejemplos de autorregulación emocional
Existen muchas estrategias que podemos utilizar para regular nuestras propias emociones. Algunas de ellas son más saludables y efectivas que otras, pero todas ellas pueden servirnos en determinados momentos para cambiar nuestra respuesta emocional. A continuación veremos algunas de las más comunes.
– Supresión de pensamientos
Esta estrategia consiste en evitar pensar sobre ciertos temas y dirigir nuestra atención a otros elementos más agradables. De esta manera se busca cambiar el estado emocional en el que nos encontramos evitando aquellos pensamientos que podrían alterarnos.
A pesar de que la supresión de pensamientos es una estrategia muy común de autorregulación emocional, lo cierto es que tiene bastantes problemas. En la mayoría de los casos provoca un cierto alivio temporal, pero normalmente los pensamientos de los que se estaba huyendo acaban volviendo con más fuerza.
– Reappraisal
La estrategia del reappraisal consiste en modificar la manera en la que interpretamos una situación para tratar de cambiar su impacto sobre nuestras emociones.
Por ejemplo, frente a un accidente de tráfico en el que solo ha sufrido daños nuestro vehículo podemos elegir centrarnos en la suerte que hemos tenido de no haber padecido consecuencias más graves para disminuir nuestro malestar emocional.
El reappraisal es considerado como una de las estrategias más efectivas y adaptativas a la hora de regular nuestros estados emocionales. De hecho, terapias como la cognitivo – conductual se basan en gran medida en esta técnica para conseguir sus efectos.
– Distanciamiento cognitivo
El distanciamiento cognitivo es una estrategia de autorregulación emocional que consiste en tomar una postura independiente y neutral frente a un evento que nos causa sentimientos muy poderosos. De esta manera somos capaces de reducir su impacto en nosotros y es más sencillo escoger la respuesta que queremos dar.
Por ejemplo, cuando nos enfadamos con otra persona podemos escoger parar durante un momento y reflexionar sobre lo que ha ocurrido de forma imparcial. Cuando hacemos esto lo más probable es que nos demos cuenta de que la situación no es tan extrema como pensábamos al principio, y seamos capaces de responder de manera más adecuada.
Actividades para desarrollar la autorregulación emocional
Desarrollar nuestra capacidad de autorregulación emocional es algo fundamental a la hora de llevar una vida satisfactoria y que vaya de acuerdo a nuestros valores. Por suerte, existen muchas actividades que podemos llevar a cabo para conseguirlo, sin importar nuestra edad o nuestra experiencia previa en este sentido.
– En niños
Reconocer y etiquetar emociones
El primer paso para aprender a regular nuestras emociones es darnos cuenta de qué estamos sintiendo en cada momento. Los niños generalmente tienen muchos problemas para ser conscientes de sus emociones, por lo que practicar de manera deliberada a darse cuenta de ello les ayudará mucho.
En el caso de los niños, esta actividad es más útil en los momentos en los que están relajados. Para llevarla a cabo podemos hacerles pensar sobre momentos de su vida en los que han sentido emociones intensas: tristeza, enfado, miedo… La idea es llevarles a experimentar estos sentimientos de manera segura y controlada, para que más tarde les sea más fácil identificarlos.
Después de haberse dado cuenta de qué experimentan con cada una de estas emociones, el siguiente paso es darles un nombre fácilmente reconocible. Muchos expertos recomiendan ponerles un nombre propio, de tal manera que cuando experimente sentimientos muy fuertes el niño pueda observarlos como si fueran otra persona. Esto le ayudará a gestionarlos mejor y no dejarse arrastrar tanto por ellos.
– En adolescentes
Escribir un diario
Los adolescentes tienen una capacidad de autoconocimiento mucho mayor que los niños. Sin embargo, durante esta época tan complicada de la vida es habitual que las emociones se acaben desbordando y les sea muy difícil separar todos los sentimientos que les invaden en cada situación.
En este sentido, llevar un diario donde apunten aquello que les va ocurriendo y la manera en la que reaccionan en cada situación puede ser de mucha ayuda. Hacerlo les permitirá tomar cierta distancia cognitiva de sus propias emociones, además de servirles para identificar patrones y darse cuenta de cuáles son sus respuestas más habituales.
Al escribir un diario los adolescentes pueden elegir de manera más sencilla cómo quieren reaccionar frente a los retos y problemas que se encuentran en su vida cotidiana, teniendo así una mayor libertad y siendo capaces de reaccionar de formas más constructivas a sus propias emociones.
– En adultos
Mindfulness y aceptación
Los adultos tienen la ventaja frente a niños y adolescentes de que tienen una capacidad mucho mayor para controlar sus emociones (que suelen ser menos intensas) y para distanciarse de ellas. Sin embargo, en muchas ocasiones también necesitarán practicar estas dos habilidades.
En este sentido, el mindfulness y la aceptación de lo que ocurre son dos de las herramientas más efectivas. Con ellas se puede conseguir estar centrado en lo que está ocurriendo para mirarlo de manera objetiva, de tal forma que se le puede dar una interpretación que nos sea útil y que disminuya la intensidad de las emociones desagradables.
Por otra parte, con la aceptación de lo que no nos gusta se disminuye lo que se conoce como “sufrimiento innecesario”, que es el malestar que aparece cuando nos preocupamos en exceso por algo que no podemos cambiar o cuando le prestamos demasiada atención a las emociones que no nos gustan.
Referencias
- “Emotion regulation” en: Psychology Today. Recuperado en: 08 Junio 2020 de Psychology Today: psychologytoday.com.
- “What is Emotion Regulation? + 6 Emotional Skills and Strategies” en: Positive Psychology. Recuperado en: 08 Junio 2020 de Positive Psychology: positivepsychology.com.
- “How Emotion Regulation Skills Promote Stability” en: VeryWell Mind. Recuperado en: 08 Junio 2020 de VeryWell Mind: verywellmind.com.
- “10 Emotional Regulation Skills for a Healthier Mind” en: Life Hack. Recuperado en: 08 Junio 2020 de Life Hack: lifehack.org.
- “Emotional self – regulation” en: Wikipedia. Recuperado en: 08 Junio 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.