¿Qué son las dinámicas de creatividad?
Las dinámicas de creatividad son útiles para entrenar esta capacidad que poseemos y que muchas veces, por no estimularla, tenemos algo oxidada. Aunque algunas personas la tienen más desarrollada desde el nacimiento, todos podemos aumentar el nivel creativo.
La creatividad es una capacidad que podemos maximizar a través del entrenamiento. Haciendo ejercicios y actividades podemos demostrar que sí somos capaces e, incluso, conocer habilidades propias que nos resultaban desconocidas.
Lista de dinámicas de creatividad
1. El aposento
– Objetivos:
- Conocer los nombres de los compañeros del grupo.
- Desarrollar los procesos de creatividad e imaginación.
- Estimular el desarrollo físico y el autoconocimiento a través del movimiento.
– Tiempo necesario: alrededor de 20 minutos, en función del tamaño del grupo.
– Tamaño del grupo: entre 10 y 15 participantes.
– Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan sentarse en círculo.
– Materiales necesarios: una silla por cada participante.
– Pasos a seguir:
El facilitador del grupo pide que los participantes cojan una silla y formen un círculo y se sienten en la silla, mirándose los unos a los otros.
Comenzará un voluntario diciendo su nombre y pidiendo cambiarse de sitio con otro compañero. Por ejemplo: “Me llamo Carmen y quiero que mi sitio sea ocupado por Paco”. Esta orden debe ir acompañada de una acción que deba realizar el compañero, es decir: “y tiene que venir cantando”.
La dinámica finaliza cuando hayan participado todos los integrantes.
- Nota: es importante que no repitan las acciones que deben hacer en los traslados. De esta manera, se favorece la creatividad.
2. Con otros ojos
– Objetivo:
- Desarrollar las capacidades dramáticas y comunicativas.
- Estimular la creatividad.
- Favorecer la desinhibición y distensión.
– Tiempo necesario: 40 minutos aproximadamente. El tiempo va a variar en función del grado de participación.
– Tamaño del grupo: al menos 10 personas.
– Lugar: espacio amplio, libre de muebles que puedan entorpecer.
– Materiales necesarios: dos montones de cartas, una de tipo A y otra de B (explicadas a continuación).
- Cartas A: cada una de ellas enumerará una actividad distinta. Ejemplos: fregar los platos después de una comida familiar, volver a casa después del colegio/trabajo, un día de lluvia sin paraguas, el día que te dan las vacaciones, cuando te habla una persona que no entiendes, cuando tu equipo favorito pierde un gran premio…
- Cartas B: estas indicarán el modo en el que se debe representar la acción. Ejemplos: cómico, lírico, triste, eufórico, escandaloso, asustado, emocionado, etc.
*Es importante que las cartas sean adaptadas al grupo y a la edad de los participantes.
– Pasos a seguir:
El facilitador presenta el objetivo de la dinámica y motiva a los participantes a que sean voluntarios para la actividad.
La persona que salga, en silencio, tomará una carta de cada montón y no se las enseñará a sus compañeros. Tendrá que representar la acción con el modo que le haya tocado.
Sus compañeros comentarán qué les ha parecido. Se hará una reflexión grupal de la situación, las emociones que evoca esa acción, si esta se corresponde con el modo en el que lo ha realizado, etc.
- Variante: Podemos añadir cierta dificultad dando la consigna de que no pueden hablar. Tendrán que hacerlo con mímica, con la dificultad añadida de que tienen que mostrar la emoción con la expresión facial y corporal. De esta manera, los compañeros deberán adivinar la situación y el modo.
3. Nuestro propio mural
– Objetivos:
- Fomentar el trabajo en equipo.
- Estimular la imaginación y la creatividad.
– Tiempo necesario: alrededor de 40 minutos.
– Tamaño del grupo: entre 8 y 10 personas.
– Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar de manera conjunta.
– Materiales necesarios: cartulina o papel continuo (en función del tamaño del dibujo que queramos conseguir), pinturas (lápices, ceras, pintura de dedos…).
– Pasos a seguir:
La persona que dinamiza explica qué actividad se va a llevar a cabo. Por ejemplo, “vamos a pintar nuestro logotipo”, “un mural para un evento concreto”, “vamos a hacer un dibujo entre todos”.
Después reparte las pinturas y el papel. El tiempo para la ejecución puede estar establecido, o bien, que la actividad acabe cuando todos hayan terminado.
Al terminar, se pasa a un debate en grupo para evaluar el resultado final.
- Variante 1: la actividad debe realizarse en absoluto silencio, se les puede dejar unos minutos antes para que decidan qué quieren hacer y cómo van a organizarse.
- Variante 2: cada miembro va a hacer su parte por separado, o bien, por subgrupos. Pasado el tiempo establecido, se ponen todas las partes en común y se pegan en el papel.
4. Yo dirijo mi propia película
– Objetivos:
- Desarrollar la imaginación sin ningún tipo de límite.
- Favorecer la escucha activa y el intercambio de opiniones entre compañeros.
– Tiempo necesario: alrededor de una hora.
– Tamaño del grupo: mediano, unas 15 personas.
– Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan estar sentados en círculo y en donde tengan apoyo para escribir.
– Materiales necesarios: folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o tiza.
– Pasos a seguir:
La persona que dirige la actividad pide a los integrantes del grupo que se sienten formando un círculo, les reparte un folio y un bolígrafo a cada uno. A continuación, les explica que se imaginen que son un famoso director/a de cine y que están pensando en su próxima película.
Para ello, tienen que pensar el género (drama, musical, thriller, romántica, comedia, etc.) y qué actores la protagonizarían. Pueden elegir a actores que hayan fallecido y también a personas del grupo.
Se les deja entre 10 y 15 minutos para que desarrollen la historia. Pueden tomar notas en el papel.
Pasado el tiempo, uno a uno debe comentar qué se le ha ocurrido. Es importante que, durante este tiempo, los demás estén en silencio y escuchando a su compañero. También, la persona que dirige la actividad puede ir tomando notas en una pizarra para que todos puedan verla.
Cuando los directores hayan hablado de su película, entre todos elegirán la historia que más les gusta. Puede ser una completa, o bien elementos y características de cada una de las expuestas y hacer una en común.
Si sobra tiempo, se puede hacer una representación teatral de la historia.
5. Creatividad bloqueada
– Objetivos:
- Fomentar la perseverancia cuando se realiza un trabajo en equipo que busca la creatividad.
- Desarrollar la resiliencia.
- Fortalecer los vínculos y relaciones entre los participantes.
– Tiempo necesario: alrededor de 30 minutos.
– Tamaño del grupo: entre 10 y 15 personas.
– Lugar: espacio amplio en el que los integrantes del grupo puedan sentarse en círculo.
– Materiales necesarios: ninguno en especial.
– Pasos a seguir:
El facilitador del grupo introducirá un tema para debatir. Puede ser una circunstancia real o una situación hipotética. Esto dependerá del grupo y el objetivo.
El facilitador fomentará y motivará a todos los integrantes a que participen y den su opinión.
De repente, cuando una persona expone su punto de vista, otro compañero (que está informado de antemano) empieza a rebatir los argumentos de alguien en concreto.
Pasados unos minutos, pueden haber ocurrido dos cosas: que la conversación se haya quedado estancada, o bien, que otros compañeros hayan cambiado la deriva.
Pasado un rato, el dinamizador pregunta cómo se ha sentido con las interrupciones de su compañero.
El dinamizador dirige el debate y extrapola esta situación a las circunstancias de este tipo que ocurren en la vida diaria.
6. Inventos del revés
– Objetivos:
- Fomentar la imaginación.
- Pasar un rato distendido.
– Tiempo necesario: alrededor de 30 minutos.
– Tamaño del grupo: pequeño, entre 5 y 8.
– Lugar: sala o aula amplia.
– Materiales necesarios: folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o tiza.
– Pasos a seguir:
El facilitador explica que hoy todos serán inventores. Por ejemplo, se pueden explicar inventos que han cambiado la cotidianidad del ser humano. Algo tan simple como un palo con un mocho en su extremo, ha ahorrado muchos problemas de espalda para fregar el suelo.
El hándicap es que estos inventores tendrán que inventar cosas no útiles. Por ejemplo, un cepillo para el pelo que te produce más nudos. Se dejan unos minutos para que cada participante piense, por separado, y después, tendrá que explicárselo a sus compañeros.
- Nota: es importante aplaudir los logros de todos los participantes y animarles a que sean lo más creativos posible. En esta actividad, las risas están aseguradas.
- Variante: si el tamaño del grupo es muy grande, en vez de manera individual, puede hacerse por parejas o tríos.
7. El grupo en plastilina
– Objetivos:
- Analizar el momento en que se encuentra el grupo.
- Estimular la creatividad de manera individual.
– Tiempo necesario: alrededor de 60 minutos.
– Tamaño del grupo: unas 20 personas.
– Lugar: sala o aula amplia en la que se pueda trabajar en grupo, con mesas y sillas.
– Materiales necesarios: 20 kilos de plastilina, aproximadamente, y una tabla que soporte ese peso.
– Pasos a seguir:
El dinamizador introduce la dinámica explicando que el grupo atraviesa una serie de situaciones a lo largo de su recorrido. Esta presentación puede ser ilustrada con situaciones concretas que hayan sucedido y momentos por los que ha pasado el grupo.
En ese momento, van a representar lo que está atravesando el grupo a través de una escultura de plastilina. Se les dará la plastilina en un bloque sobre la tabla.
A continuación, disponen de 30 minutos para darle forma a la escultura, pero no deben hablar durante ese rato. Pueden tallar la plastilina en grupo, o coger un trozo y trabajarlo de manera individual, para después unirlo al resto. También pueden deshacer lo que haya hecho otro compañero, etc. Lo importante es que saquen toda su creatividad.
Pasado el tiempo, analizarán la escultura obtenida y se planteará un debate en el que los miembros expresen cómo se han sentido realizando la actividad y si se encuentran satisfechos con el resultado final.
También, si realizaron el trabajo de manera individual o se coordinaron con otros compañeros, si han sentido que su trabajo ha sido respetado por los demás, etc. Para este debate, es muy importante que la persona que dirige la actividad esté al tanto y tome nota de las cosas que le parezcan más significativas para poder abordarlas durante ese rato.
8. Poema común
– Objetivos:
- Crear un poema o una historia que identifique al grupo.
- Fomentar el respeto entre compañeros.
– Tiempo necesario: alrededor de 30 minutos.
– Tamaño del grupo: 10 personas, y es importante que se conozcan entre ellos.
– Lugar: sala o aula en la que se encuentren cómodos.
– Materiales necesarios: pizarra con tiza o rotulador y reproductor de música.
– Pasos a seguir:
La persona que dirige la actividad les explica que van a crear un poema o una historia en común. Para ello, pone unas palabras en la pizarra, más o menos en función de los participantes. Si es un grupo muy amplio, se elegirán a los participantes al azar.
A cada participante se le asigna una palabra, pero se le dice cuál es cuando llegue su turno. Cuando es el turno de una persona, se le dice la palabra y se reproduce una música relajante durante medio minuto aproximadamente.
Pasado este tiempo, se para la música y se le pregunta qué frase se le ocurre con esa palabra. Se van anotando en la pizarra las frases a medida que se van produciendo.
Cuando el poema o la historia se haya terminado, se recita entre todos y se registra para que pase a ser un elemento más de la identidad del grupo.
9. Saludos
– Objetivos:
- Producir un saludo creativo, distinto a lo común.
- Perder el sentido de la vergüenza.
- Pasar un rato distendido.
- Fomentar las relaciones entre compañeros.
– Tiempo necesario: 40 minutos aproximadamente.
– Tamaño del grupo: mediano, entre 15 y 20 personas.
– Lugar: sala o aula amplia, sin muebles. También puede realizarse al aire libre.
– Materiales necesarios: ninguno en especial.
– Pasos a seguir:
Estando todos de pie y formando un círculo, el dinamizador les explica que van a saludarse los unos a otros. Al principio pueden hacerse ejemplos de saludos, como los hippies, como los boy-scout, etc.
A continuación, se dejan unos minutos para que puedan saludarse los unos a los otros como les apetezca, siendo creativos y sin temor a ser juzgados por los demás.
A continuación, y pasado el tiempo establecido o cuando el facilitador dé por finalizada la actividad:
- Variante: que salgan los participantes, uno a uno, a saludar a sus compañeros y el resto imiten.
10. Buscando una solución a un problema
– Objetivos:
- Buscar soluciones de manera grupal y creativa.
- Fomentar el buen funcionamiento del equipo.
– Tiempo necesario: alrededor de 40 minutos.
– Tamaño del grupo: mediano, unas 20 personas aproximadamente.
– Lugar: sala o aula amplia en el que puedan trabajar sentados.
– Materiales necesarios: folios y bolígrafos.
– Pasos a seguir:
El animador de la dinámica explica que deben buscar la solución creativa a un problema y que debe tomarse en consenso. Todos los integrantes del grupo deben prestar atención al proceso de discusión porque lo analizarán posteriormente. Se forman subgrupos.
A continuación, se expone el problema que debe ser solucionado por los subgrupos y para el que disponen de diez minutos:
“Años atrás, un mercader londinense debía una gran suma de dinero a una persona que le hizo un préstamo. Esta persona se enamoró de la joven y linda hija del mercader. Le propuso, entonces, un acuerdo. Dijo que cancelaría la deuda del mercader si se casaba con la hija. Tanto el mercader como su hija quedaron despavoridos. La persona que le había prestado el dinero le propuso dejar la solución en manos del azar.
Para ello, sugirió colocar una piedra blanca y otra negra dentro de una bolsa de dinero vacía, la muchacha debería sacar una de las dos piedras. Si sacaba la piedra blanca, permanecería con el padre y la deuda se perdonaría. En el caso contrario, si sacaba la negra, se casaría con él, y si se negaba a sacar alguna piedra, el mercader sería encarcelado y ella acabaría muriendo de hambre.
Acabaron aceptando y el acreedor se agachó para coger dos piedras y, al hacerlo, escondió dos piedras negras y las metió en la bolsa del dinero, pero fue visto por la muchacha. Le pidió entonces a la muchacha que cogiese una piedra”.
Por subgrupos, deben encontrar la solución que ideó la muchacha para poder continuar en compañía de su padre y cancelar la deuda. Se dejan unos minutos para pensarlo por subgrupos y, a continuación, se realiza un debate entre todos.
Cuando el facilitador lo estime oportuno, pasará a contar la solución, que es la siguiente: “La muchacha metió la mano en la bolsa y retiró una piedra. Sin embargo, como descuidada, la dejó caer en el camino, perdiéndose entre las otras.
Disculpándose por su descuido, la muchacha dijo: ‘Es fácil saber el color de la que tomé, solo debo sacar la piedra que queda’. Sacando la piedra que quedaba, la mostró a todos y dijo contenta: ‘La que saqué fue la blanca'”.