Las teorías psicológicas intentan explicar el comportamiento humano proponiendo diferentes causas, modelos y explicaciones. Existen teorías generales que explican el comportamiento o vida general del ser humano, y teorías específicas, que explican áreas determinadas como el amor, las relaciones sociales, el aprendizaje, la personalidad, el éxito, entre otros.
La psicología es una de las ciencias de aparición más reciente. Los primeros estudios serios sobre el comportamiento y la experiencia humana se llevaron a cabo hace poco más de un siglo. Debido a ello, hoy en día todavía no existe una teoría unificada que sea capaz de explicar todos los fenómenos relacionados con el ser humano.
Por el contrario, en el campo de la psicología conviven multitud de teorías, cada una de ellas con una mayor o menor cantidad evidencia científica que las respalda. Muchas de ellas siguen estando vigentes hoy en día y tienen aplicaciones prácticas. Por ejemplo, dentro del campo de la terapia, es habitual utilizar técnicas extraídas de varias corrientes distintas en función del problema a tratar.
Aunque existen muchísimas teorías psicológicas distintas, en este artículo veremos tan solo algunas de las más importantes, tanto a nivel histórico como hoy en día.
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Teorías psicológicas generales
Psicología de las facultades
Esta teoría era defendida por San Agustín, Reid y Juan Calvino. Sostenía que gracias a la actividad de ciertas facultades de la sustancia pensante se producían los fenómenos mentales.
En su teoría, San Agustín afirma que el alma humana es inmortal y espiritual, que no se encuentra en una parte concreta del cuerpo y que se une al cuerpo de manera accidentada o como forma de castigo.
También explicó que las personas tienen dos formas de obtener el conocimiento; por medio de los sentidos, que permiten conocer el mundo sensible, y por medio de la razón, que permite llegar a la verdad y a la sabiduría.
Psicoanálisis
El psicoanálisis fue uno de los primeros intentos formales de explicar todos los fenómenos relacionados con la mente humana de manera unificada. Originalmente fue desarrollado por Sigmund Freud, un terapeuta vienés que trató de descubrir una cura para los trastornos mentales más habituales en su época.
El psicoanálisis se basa en la idea de que en nuestra mente existen tres elementos que interactúan entre sí, creando todo tipo de conflictos y problemas al hacerlo: el ello, el yo y el superyó. Cada una de estas estructuras se encarga de un aspecto de nuestra vida. Mientras que el yo es nuestra parte consciente, el ello se encarga de nuestros instintos, y el superyó de nuestra moral.
Además, en el psicoanálisis se considera que la mayoría de nuestros problemas están provocados por la relación que mantenemos con nuestros padres durante la infancia. Así, esta teoría defiende que los trastornos que sufren los adultos tienen que ver con temas que ocurrieron durante los primeros años de vida y que aún no se han resuelto.
Conductismo
Una de las primeras teorías psicológicas que utilizaron la investigación científica para llegar a sus conclusiones fue el conductismo. Esta forma de entender al ser humano defiende que todo lo que hacemos está determinado por nuestras experiencias. Según los conductistas, cuando llegamos al mundo, nuestra mente está completamente en blanco: lo que se conoce como la idea de la “tabla rasa”.
Para quienes defienden esta teoría psicológica, a lo largo de los años vamos desarrollando nuestra personalidad, gustos y maneras de actuar mediante un proceso de aprendizaje. Este se produce mediante mecanismos básicos, como el condicionamiento clásico y el operante, la habituación y la sensibilización.
Por otro lado, los psicólogos conductistas creen que lo único que puede estudiarse realmente es el comportamiento humano, aquello que es observable directamente. Por ello, quienes defienden esta visión del ser humano evitan investigar sobre fenómenos como los sentimientos, la felicidad o las creencias.
El conexionismo
Thorndike, con esta teoría, define al aprendizaje como el resultado de la asociación entre estímulos y respuestas. Además afirma que la forma más característica de asociación es la obtenida por medio del ensayo y error.
Su principal aportación fue la formulación de la ley del efecto. Esta dicta que si una determinada respuesta dada por el sujeto va seguida de consecuencias reforzantes, dichas respuestas tendrán mayor probabilidad de ocurrencia futura cuando el mismo estímulo vuelva a aparecer.
Otras de las leyes que estableció fue la ley del ejercicio o repetición. Con ella afirma que cuantas más veces se dé una respuesta ante la presencia de un estímulo, mayor será el tiempo de retención de la misma.
Psicología de la Gestalt
La psicología de la Gestalt fue una corriente desarrollada en Alemania en las primeras décadas del siglo XX. Se trató de una de las primeras que decidió estudiar fenómenos puramente mentales desde un punto de vista científico, replicable y riguroso.
La principal idea de esta corriente es la de que nuestro cerebro construye nuestra realidad de forma activa, en lugar de ser simplemente un receptor pasivo de información.
La psicología de la Gestalt se centró especialmente en fenómenos como la percepción y la memoria, que hasta ese momento no se habían investigado de manera realmente rigurosa. Sus defensores descubrieron varios principios que afectan a nuestra forma de entender la realidad, y que se producen de manera inmutable en todas las personas.
Psicología cognitiva
Una de las teorías psicológicas más importantes de toda la historia de esta disciplina es la cognitiva. Apareció en la segunda mitad del siglo XX, y en su momento supuso toda una revolución para el estudio del comportamiento humano. Se basa en la idea de que los fenómenos que ocurren en nuestra mente son determinantes para nuestra forma de actuar, nuestras ideas y sentimientos, y nuestra experiencia.
La psicología cognitiva busca entender los procesos mentales que determinan cómo somos. Así, después de muchos años de dominio del conductismo, los investigadores empezaron a aplicar el método científico a fenómenos como el amor, la felicidad, los sentimientos y las creencias.
Para los defensores de esta teoría, nuestra experiencia en el mundo tiene que ver con nuestra manera de pensar. Por lo tanto, para comprender realmente cómo funcionamos, es necesario estudiar en primer lugar lo que ocurre en el interior de nuestros cerebros. Desde este enfoque se considera que cada persona construye su realidad de forma activa, filtrando lo que le ocurre a través de sus ideas preconcebidas.
Psicología social
La psicología social es una rama de esta ciencia cuyo principal objetivo es comprender de qué manera nos afecta el resto de personas que tenemos a nuestro alrededor. Desde esta corriente, no se contempla a cada individuo como un elemento aislado, sino como parte de un grupo, una sociedad y un entorno en concreto.
La psicología social es una de las ramas más amplias dentro de esta ciencia, y se encarga de estudiar fenómenos tan dispares como el amor, la persuasión, la violencia, el altruismo, la amistad y la motivación. Sin embargo, todas sus investigaciones tienen algo en común: se centran en la influencia que tienen otras personas sobre todos estos fenómenos.
Por ejemplo, en los estudios sobre la agresión la psicología social intenta comprender cuál es la mejor manera para evitar la apareción de violencia, utilizando para ello elementos como la presión de grupo o los valores sociales.
Psicología humanista
La psicología humanista fue una rama que tuvo una gran importancia en las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado. En un principio surgió como un intento de reconciliar dos de las posturas más importantes de aquella época, el conductismo y el psicoanálisis, que aparentemente eran opuestas en casi todos los sentidos.
La psicología humanista, en lugar de buscar explicaciones generales para todos los fenómenos, trata de entender la experiencia personal de cada individuo. Al mismo tiempo, considera que existen algunos fenómenos que son universales, como por ejemplo el amor, la alegría, las emociones positivas y negativas, la motivación y el deseo.
Desde la psicología humanista, se trata de reconciliar por ejemplo la mente y el cuerpo. Además, por primera vez dentro de la psicología occidental, se menciona al “ego” en el sentido que se le da en la filosofía oriental, y se trata de buscar una manera de ir más allá del mismo.
Algunos de los psicólogos humanistas más importantes fueron Carl Rogers y Abraham Maslow. Este último desarrolló la teoría de la pirámide de necesidades, que ha trascendido esta corriente y se utiliza hoy en día en muchos ámbitos distintos.
Psicología cognitivo – conductual
Como ya hemos visto, en un principio la psicología cognitiva surgió como un intento de rechazar el conductismo, que era la corriente dominante en la primera mitad del siglo XX. Así, mientras que el cognitivismo defendía la importancia suprema de la mente y la experiencia interior, el conductismo se centraba únicamente en el comportamiento.
Sin embargo, con el tiempo los investigadores se dieron cuenta de que ambas posturan podían perfectamente ser complementarias. Así, para entender la experiencia humana es necesario no solo centrarse en el comportamiento o en la mente por separado, sino integrar ambas. Surgió así la psicología cognitivo – conductual, la corriente más importante hoy en día en todo el mundo.
Dentro de la psicología cognitivo – conductual, se entiende que el ser humano está formado tanto por mente como por cuerpo, y que ambos elementos interaccionan y se retroalimentan entre sí. De esta manera, se utilizan herramientas de ambas corrientes para conseguir objetivos más complejos.
Cabe destacar que la terapia cognitivo – conductual, basada en esta corriente, es la que mayores tasas de efectividad ha demostrado a la hora de tratar la mayor parte de trastornos mentales que existen.
Teoría psicosocial
Esta teoría fue desarrollada por Erikson, un psicoanalista que ha marcado la base de la psicología evolutiva. Este psicólogo ha tratado de explicar cómo madura la persona en todos los aspectos de su vida.i
Las etapas en las que divide el desarrollo psicosocial de la persona son ocho y conforme se va superando, se pasaría a la siguiente. Pero si esto no ocurre, la persona tendrá un conflicto en esa etapa que dará lugar a dificultades.
- Etapa de la confianza versus desconfianza del nacimiento al año.
- Etapa de la autonomía versus la vergüenza y la duda de 1 a 3 años.
- Etapa de iniciativa versus culpabilidad de los 3 a los 6 años.
- Etapa de la laboriosidad versus inferioridad de los 7 a los 12 años.
- Etapa de la identidad versus confusión de roles de los 12 a los 20 años.
- Etapa de la intimidad versus al aislamiento de los 21 hasta los 40 años.
- Etapa de la productividad versus estancamiento de los 40 a los 70 años.
- Etapa de la integridad del yo versus a la desesperación de los 60 años hasta la muerte.
ACT
Como acabamos de ver, dentro de todas las teorías psicológicas que existen, la corriente cognitivo – conductual es la más utilizada y la que mayor cantidad de evidencia científica tiene hoy en día. Sin embargo, en los últimos años está ganando fuerza otra teoría que promete convertirse en su principal competidora en muy poco tiempo: la terapia de aceptación y compromiso o ACT.
La terapia de aceptación y compromiso se basa en la idea de que la mente humana está dividida en dos partes totalmente diferenciadas. Una de ellas, la “mente pensante”, se encargaría de transmitirnos mensajes constantemente, lo que nosotros conocemos como pensamientos. Debido a su naturaleza, la mayoría de ellos serían negativos.
Por otro lado, también tendríamos a la “mente observadora”, la que los psicólogos de la ACT identifican con nuestro verdadero yo. Según esta teoría, la mayoría de problemas mentales surgen cuando nos identificamos en exceso con nuestra mente pensante y sus mensajes negativos, y no nos damos cuenta de que realmente somos un observador externo a ellos.
Las intervenciones basadas en ACT se centran sobre todo en enseñar a los pacientes a no identificarse con sus pensamientos. Al mismo tiempo, les ayudan a descubrir qué es realmente importante para ellos (sus valores), y a tomar acción a pesar de que su estado mental no sea el más adecuado.
A pesar de que la ACT es una corriente que ha surgido hace tan solo unos pocos años, la evidencia científica acumulada a su favor es ya muy amplia; y se ha descubierto que su efectividad a la hora de tratar muchos trastornos mentales es incluso mayor que la de la terapia cognitivo – conductual.
Psicología del desarrollo
Dentro del estudio del ser humano, existen algunas teorías psicológicas que son transversales y cuyos hallazgos pueden ser utilizados para explicar muchas otras áreas. Una de estas corrientes es la psicología del desarrollo, que se encarga de investigar sobre el proceso mediante el cual nuestra mente y nuestras capacidades van cambiando a lo largo de la vida.
La psicología del desarrollo engloba muchas teorías independientes, cada una de ellas con puntos de vista distintos y centradas en ámbitos diferentes. Así, por ejemplo, uno de sus autores más importantes es Jean Piaget, que estudió las distintas etapas por las que pasa la mente de un niño hasta su llegada a la adolescencia; pero sus hallazgos son puestos en duda por otros autores que han llevado a cabo estudios propios.
La psicología del desarrollo es una de las corrientes más utilizadas hoy en día, especialmente en ámbitos como la educación o el cuidado de personas ancianas.
Psicología evolucionista
Una de las mayores revoluciones en el campo de la ciencia fue la llegada de la teoría de la evolución, propuesta por primera vez por el británico Charles Darwin. Según esta, las especies actuales han llegado a su forma presente a través de un proceso que ha durado miles de millones de años, durante el cual los rasgos beneficiosos para la supervivencia se han mantenido en el tiempo mediante la selección natural y sexual.
Aunque la teoría de la evolución estaba aplicada en principio solo al campo de la biología, pronto se descubrió que esta selección de rasgos beneficiosos también operaba a nivel mental. Nació así el campo de la psicología evolucionista, una de las ramas más multidisciplinares y que más importancia tienen hoy en día.
Según la psicología evolucionista, nuestros instintos, emociones, procesos mentales y otras funciones similares se desarrollaron hace cientos de miles de años, cuando los humanos surgieron por primera vez como especie. Desde entonces, nuestros procesos mentales básicos no han cambiado prácticamente nada, mientras que nuestro entorno sí lo ha hecho.
Esto provoca que muchas de nuestras reacciones emocionales y psicológicas estén “obsoletas”. Por ejemplo, seguimos sintiéndonos atraídos por la comida alta en grasa y en azúcar porque en el entorno en el que evolucionamos como especie esta era clave para la supervivencia. Sin embargo, esta adicción genética nos lleva hoy en día a desarrollar problemas como sobrepeso y obesidad.
El postulado más importante de la psicología evolucionista es la idea de que nuestros genes crean la base a partir de la cual vamos a interpretar nuestras experiencias y aprendizajes. Así, los fenómenos mentales tienen que entenderse a través de la lente de nuestra evolución como especie.
Psicología positiva
La psicología positiva es una rama que surgió en la segunda mitad del siglo XX para intentar acabar con la tendencia que existía en esta disciplina de centrarse en las patologías y los trastornos mentales. Sus impulsores querían ayudar a sus pacientes no solo a no estar mal, sino a crear una vida lo más feliz posible.
Para ello, la psicología positiva se centra en aspectos como las creencias, las habilidades y los valores de cada uno, en un intento de maximizar todos los aspectos de día a día de un individuo para que su bienestar vaya aumentando poco a poco. También estudia cuáles son los elementos necesarios para tener una vida feliz.
El principal impulsor de la psicología positiva, Martin Seligman, destacó cinco factores especialmente importantes a la hora de conseguir el bienestar psicológico: mantener el optimismo, desarrollar relaciones positivas, tener compromiso con alguna actividad desafiante, crear un significado para la propia vida, y tener metas que se puedan ir alcanzando.
Psicología ambiental
La psicología ambiental surgió en un principio como una rama de la psicología social, pero más tarde se independizó de esta disciplina y empezó a construirse como una teoría independiente por derecho propio. Su principal objetivo es estudiar cómo influye el entorno físico en la vida de las personas, en sus estados psicológicos y en sus acciones y pensamientos.
Algunos de los descubrimientos llevados a cabo desde la psicología ambiental son verdaderamente sorprendentes. Por ejemplo, hoy en día sabemos que en aquellos lugares en los que hace más calor, la violencia tiende a aumentar de manera descontrolada. Algo similar ocurre con otros factores puramente físicos, como la densidad de población o la falta de zonas verdes.
La psicología ambiental también se encarga de estudiar la manera de mejorar el día a día de las personas. Por ejemplo, desde esta disciplina se investiga cuál es el mejor diseño posible para un edificio de oficinas, de tal manera que los empleados de una empresa no solo sean más productivos, sino que también tengan niveles más altos de bienestar.
Biopsicología
La biopsicología es una de las ramas más puramente científicas dentro del estudio del comportamiento humano. Se basa en la idea de que todos nuestros rasgos, ideas, formas de actuar y sentimientos pueden ser entendidos mediante el estudio del cerebro, ya que este órgano guardaría toda la información relevante sobre ellos.
La biopsicología está basada en la neurociencia, que es la disciplina que se encarga de observar las estructuras cerebrales humanas y trata de descubrir qué función cumple cada una de ellas. Aunque esta disciplina surgió hace bastante tiempo, todavía es necesario llevar a cabo muchas más investigaciones al respecto antes de que se pueda desarrollar un modelo completo y funcional.
Sin embargo, incluso aunque hoy en día todavía no comprendamos por completo cómo funciona nuestro cerebro, desde la biopsicología se han desarrollado intervenciones muy efectivas para tratar todo tipo de problemas. Así, por ejemplo, el descubrimiento de los neurotransmisores ha permitido crear fármacos que alivian en gran medida trastornos como la depresión y la ansiedad.
Hoy en día, con la aparición de las modernas técnicas de neuroimagen y del estudio funcional del cerebro, las investigaciones en biopsicología son cada vez más avanzadas. Es de esperar que en las próximas décadas este enfoque se convierta en uno de los más importantes dentro de esta disciplina.
Modelo biopsicosocial
La última de las teorías psicológicas que vamos a ver trata de integrar los descubrimientos de muchas de las otras ramas y crear así un modelo que sea capaz de explicar prácticamente todos los fenómenos de la experiencia humana. Se trata del modelo biopsicosocial, llamado así porque recoge las investigaciones de la biopsicología, la social y los enfoques cognitivos y conductuales.
Según el modelo biopsicosocial, por ejemplo, ningún trastorno mental tiene una sola causa. Por el contrario, cuando alguien desarrolla una depresión, es necesario investigar sobre su predisposición genética a tener esta enfermedad, sus hábitos de vida, sus creencias y pensamientos, sus comportamientos, y su entorno.
De esta manera, desde el modelo biopsicosocial se busca generar intervenciones multidisciplinares, y se forma a terapeutas que cuentan con un gran número de herramientas distintas con las que pueden actuar de forma eficaz frente a la aparición de problemas de todo tipo.
El naturalismo
Esta corriente afirma que las leyes de la naturaleza son las que determinan el desarrollo del hombre y de la sociedad. Tiene en cuenta tanto la influencia de las características biológicas e individuales de cada uno, como el medio en el que se encuentre la persona.
El estructuralismo
Fue defendida por Wundt y Titchener, quienes se fundamentan en leyes físicas y utilizan la introspección como método para estudiar los procesos mentales.
Esta teoría se centra en que la propia persona lleve a cabo una observación de sí mismo, de su estado de ánimo y de su estado mental, para su posterior reflexión, análisis e interpretación.
Teorías psicológicas específicas
Psicología de las diferencias individuales
Una de las teorías psicológicas que más importancia tuvieron durante todo el siglo XX fue la de las diferencias individuales. Esta se basaba en la idea de que todas las personas nacen con unas capacidades y características innatas, que hacen que sus experiencias, habilidades, gustos y metas sean distintas.
La psicología de las diferencias individuales se centraba en un principio en estudiar la inteligencia, que se veía como la capacidad más importante a la hora de comprender a las personas y la que más alejaba a unos individuos de otros.
Según los defensores de esta teoría, el 90% de las variaciones en inteligencia tienen que ver con factores genéticos, por lo que este rasgo está determinado desde el nacimiento.
Más adelante, la psicología de las diferencias individuales comenzó a estudiar otros fenómenos igual de importantes, entre los que destacaba la personalidad. Así, en las primeras décadas del siglo XX se crearon varios modelos que trataban de encontrar los rasgos fundamentales que distinguen nuestra forma de ser de la de otros individuos.
Uno de los modelos más famosos desarrollados desde esta perspectiva incluyen es de los “cinco grandes”, que habla de cinco rasgos que configuran la personalidad: introversión/extraversión, neuroticismo, apertura a la experiencia, cordialidad y responsabilidad. Según las investigaciones al respecto, estos rasgos están determinados en un 50% por la genética, por lo que la experiencia puede modificarlos en cierta medida.
Aprendizaje social de Bandura
Esta teoría surge de los trabajos realizados por Bandura, quien pretendía cambiar la orientación tradicional de las teorías existentes sobre aprendizaje. La alternativa que propuso fue la teoría del aprendizaje observacional o modelado.
El aprendizaje observacional se produce cuando el aprendiz retiene en su memoria las imágenes y códigos verbales obtenidos por medio de la conducta del modelo observado.
La conducta inicial se reproduce, acompañada por la composición que se realiza con las imágenes y los códigos retenidos en la memoria y algunos indicios ambientales.
Aprendizaje significativo
Esta teoría fue diseñada por Ausubel. Para él, la estructura de los conocimientos tienen una gran influencia en los nuevos conocimientos y experiencias.
El aprendizaje es significativo se da cuando una información nueva se conecta con un concepto relevante ya existente en la estructura cognitiva. Así, esa nueva información puede ser aprendida en la medida en que otra información, como ideas, conceptos o proposiciones, sean claras y se encuentren ya en la estructura cognitiva del individuo.
Aprendizaje por descubrimiento
Esta teoría fue desarrollada por Bruner y con ella expone el papel activo del aprendiz en el proceso de aprendizaje. Promueve que la persona vaya adquiriendo por ella misma el conocimiento, de modo que el contenido final al que se llega no es expuesto desde el principio, sino que va siendo descubierto por la persona a medida que avanza.
Con este tipo de aprendizaje, pretende superar las limitaciones del aprendizaje mecanicista, promover la estimulación y la motivación en los estudiantes, así como potenciar las estrategias metacognitivas y aprender a aprender.
Psicología dialéctico-genética
El autor más influyente dentro de esta tendencia es Vygotsky, que considera al aprendizaje como uno de los principales mecanismos de desarrollo, dando gran importancia al contexto en el que este se produzca.
Para la psicología genético dialéctica, la buena enseñanza es aquella en la que se promueve el aprendizaje dentro de un ambiente social. La interacción social es clave en el desarrollo de las personas, convirtiéndose en su motor principal.
La teoría del procesamiento de la información
El modelo que establecieron Atkinson y Shiffrin es una teoría que explica la memoria humana, dividiéndola en tres tipos diferentes: la memoria sensorial, la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo.
Su teoría explica desde un punto de vista estructural que la información se va adquiriendo en distintas fases. Además, establece una analogía entre la memoria y el ordenador, al considerar que ambos procesadores operan sobre la información, que la almacenan y la recuperan cuando se necesite.
También cabe mencionar el sistema de control ejecutivo o habilidades metacognoscitivas. Estas tienen su origen en el desarrollo y su función es la de conducir la información a lo largo de su procesamiento correspondiente.
Referencias
- “10 types of psychological theories” en: VeryWell Mind. Recuperado en: 12 Octubre 2019 de VeryWell Mind: verywellmind.com.
- “Psychology perspective” en: Simply Psychology. Recuperado en: 12 Octubre 2019 de Simply Psychology: simplypsychology.com.
- “List of Popular Theories of Psychology” en: Psychology Discussion. Recuperado en: 12 Octubre 2019 de Psychology Discussion: psychologydiscussion.net.
- “Las 12 ramas (o campos) de la psicología” en: Psicología y Mente. Recuperado en: 12 Octubre 2019 de Psicología y Mente: psicologiaymente.com.
- “Psychology” en: Wikipedia. Recuperado en: 12 Octubre 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.