Prevenir el ciberbullying en niños y adolescentes es una de las acciones más importantes que se pueden realizar para evitar las consecuencias negativas que puede producir en la salud mental de los jóvenes.
Las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC) han experimentado un gran avance en las últimas décadas, modificando al mismo tiempo la sociedad.
Las TIC han supuesto muchos beneficios para el conocimiento humano y para la divulgación de información. No obstante, internet también tiene peligros, entre los que podemos encontrar el ciberbullying,
¿Qué es el ciberbullying?
Desde que el psicólogo sueco-noruego Dan Olweus comenzó a estudiar la violencia entre iguales –más conocido como bullying–, en 1970, despertó la conciencia, de padres y educadores, hacia la violencia que se produce entre los menores.
El concepto de bullying (o maltrato entre escolares) engloba no solo la violencia física, sino también la psicológica, que se produce a través de insultos, amenazas, gritos, etc.
Se entiende por ciberbullying un tipo concreto de acoso, producido entre menores en el mundo de las tecnologías interactivas, cuyas actuaciones pueden definirse como “conductas de chantaje, vejaciones o insultos de unos niños a otros”.
Aunque puede pensarse que el bullying y el ciberbullying son manifestaciones del mismo tipo de violencia, existen características que convierten al ciberbullying en un tipo de acoso especialmente peligroso.
Las características que lo convierten en un fenómeno particular son:
- Ausencia de contacto cara a cara.
- Mantenimiento de los mensajes o acciones agresivas durante más tiempo.
- Existencia de una mayor audiencia más difícil de controlar.
Por tanto, hablamos de un tipo de acoso cuyos efectos se producen en diferentes contextos –incluido el plano personal, interpersonal, intragrupal y contextual– que genera dudas sobre su abordaje y tratamiento, debido al desconocimiento por parte de profesores, familiares y alumnos.
Hace unos años, antes del auge de las TIC y las redes sociales, cuando un niño era víctima de acoso escolar, podía llegar a casa y sentirse “a salvo”, puesto que sus agresores no podían invadir ese espacio.
Sin embargo, desde que estos comportamientos de acoso entre escolares también se manifiestan a través de internet, las víctimas se sienten desprotegidas incluso en su propia casa.
Estrategias para prevenir el ciberbullying
Para abordar este problema de forma adecuada y prevenir el ciberbullying, es necesario llevar a cabo una intervención multidisciplinar, en la que se trabaje desde el colegio –con agresores, víctimas y espectadores pasivos–, y desde la propia familia.
Además de este trabajo por parte de profesionales, existen algunas pautas específicas para prevenir el ciberbullying, como las siguientes:
Educar a chicos y chicas en hábitos de autoprotección
Muchos adolescentes confían datos personales, fotos íntimas u otro tipo de información a personas que pueden llegar a utilizarlos en su contra.
Es importante que los chicos comiencen a discernir la información que deben y no deben aportar, que mantengan a salvo su intimidad y que no establezcan relaciones por internet con individuos que no conocen en persona.
Deben entender que mientras más información personal proporcionen a otras personas, más vulnerables son. Otro aspecto a tener en cuenta es hacerles ver la importancia de actuar en las redes sociales igual que lo harían en la realidad.
De este modo, podrán comprender que, al igual que no hablan con un desconocido por la calle, tampoco deberían hacerlo a través de internet.
Frenar el acoso en las redes ante las primeras manifestaciones
El mantenimiento del ciberacoso puede explicarse por la actitud pasiva que suele presentar la víctima, puesto que no actúa para evitarlo o no acude a las personas adecuadas.
De este modo, los acosadores comienzan a percibir que nadie pondrá freno a sus manifestaciones de violencia, por lo que experimentan una sensación de control sobre la situación.
Lo recomendable en estos casos es que la víctima guarde las pruebas necesarias –fotos, comentarios, mensajes privados– y acuda a profesores u otras figuras de autoridad para que tomen cartas en el asunto.
En ningún caso responder a insultos o actos provocadores, puesto que conlleva el agravamiento del problema –el agresor estará satisfecho por haber provocado y no percibirá ningún castigo–.
Desde casa, es importante mostrar al joven una actitud abierta y comprensiva, que facilite la comunicación entre los distintos miembros de la familia.
No permitir que se produzca acoso en ninguna de sus manifestaciones
Es necesario activar en los individuos la disposición para actuar en función de unos contenidos éticos, de acuerdo con valores universales mínimos y en contra del acoso y la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
Por tanto, hay que trabajar porque los menores no se conviertan en espectadores pasivos, tanto si presencian violencia real como a través de las redes, puesto que los agresores percibirán que nadie puede detenerlos.
Si conoces a alguien que se encuentre en esta situación, toma cartas en el asunto e informa a la autoridad competente –profesorado, familiares, etc.–, para que actúen de la mejor forma posible.
De este modo, la víctima recibirá más atención por parte de las personas que le rodean, en aquellos casos en los que tiene miedo de contar su situación.
Es importante que este problema se conciba como un tema que involucra a todos, a víctimas, amigos o familiares de víctimas o espectadores.
Enseñar a los menores a utilizar contraseñas y claves de acceso seguras
Una forma de ciberbullying se produce cuando los agresores usurpan los perfiles de redes sociales de sus víctimas. Por tanto, es necesario que los menores comprendan la importancia de ser cuidadosos con sus contraseñas.
Algunos consejos:
- No elegir contraseñas intuitivas, como fecha de cumpleaños, nombre y apellidos, etc. Lo recomendable es usar letras y números que no tengan un significado especial, o que solo lo tengan para el propio usuario.
- No revelar las contraseñas a nadie. Lo recomendable es que nadie tenga acceso a las claves y contraseñas, aunque se trate de amigos cercanos o personas de confianza.
- Ser cuidadosos al iniciar sesión en un sitio público. Cuando se usan ordenadores a los que tienen acceso otras personas, hay que ser especialmente cautos para que la clave no se guarde automáticamente en el ordenador, así como asegurarse de que se ha cerrado sesión correctamente.
En caso contrario, si no se toman estas medidas de seguridad, el menor se expone a que otras personas puedan acceder a información privada, publiquen en su nombre, etc.
Aprender a actuar si un menor dice que es víctima de ciberbullying
Lo primero que se debe hacer es consolar al menor y demostrarle apoyo y comprensión. Al sentirse desprotegido durante un cierto tiempo, el menor necesitará apoyo emocional y sentimiento de seguridad.
Después, tratar de extraer más información sobre el caso concreto (duración, frecuencia, tipo de acoso en las redes(, con el objetivo de evaluar su gravedad.
Si se trata de un acoso de larga duración, con amenazas constantes y llevadas a cabo por chicos que disponen de información personal de la víctima –como dirección personal, colegio al que asiste, videos o fotos comprometidas–, lo más adecuado es informar a la policía para que ofrezca protección e información.
En todo momento, estar atento para que la víctima del ciberbullying se sienta protegida, y que realmente lo esté.
Hacer que la víctima deje de frecuentar las páginas en las que se le acosa
Para evitar que el acoso persista, a veces se aconseja que el menor deje de visitar aquellas páginas o redes sociales en las que es víctima de ciberbullying.
En el caso de las redes sociales, la víctima puede optar por crear otro perfil, con un nombre más difícil de encontrar, y eliminar el anterior, con el objetivo de que agregue solo a las personas que realmente conoce y con las que quiere mantener el contacto.
Con respecto a los dispositivos móviles, en ocasiones resulta necesario cambiar de número, especialmente si los insultos, amenazas y otras manifestaciones de acoso se llevan a cabo a través de llamadas o mensajes.
De este modo, restringiendo el acceso de los acosadores, sobre todo si son anónimos, se evita que el ciberbullying persista.
Enseñar a valorar la parte positiva del uso de internet
A pesar de los peligros que conlleva el uso de internet, no debemos olvidarnos de sus ventajas y utilidades.
Para que los jóvenes se beneficien de la parte positiva, hay que enseñarles a utilizarlo de forma responsable, visitando páginas de su interés y estableciendo horarios razonables –evitando su uso durante la noche o durante largos periodos de tiempo–.
También es importante controlar las páginas que frecuenta y la actividad que lleva a cabo, con el objetivo de detectar si el joven está siendo víctima o es agresor de ciberbullying.
¿A qué se debe el ciberbullying?
Entre las causas que explican el surgimiento de este nuevo tipo de acoso, podemos encontrar las siguientes:
Desarrollo y dominio de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)
Uno de los aspectos negativos de las TIC es que algunas personas hacen un mal uso de ellas, empleándolas para perjudicar a otros.
Acoso camuflado
Otro factor que explica este tipo de abuso es que los agresores mantienen su anonimato, se esconden detrás de la pantalla del ordenador y deshumanizan a la víctima (se toman a broma sus agresiones, puesto que no ven la reacción que provoca en la otra persona).
Impotencia de la víctima
Cuando el agresor no muestra su verdadera identidad, se crea en la víctima un sentimiento de impotencia y frustración, por lo que no puede defenderse ni encontrar a los agresores.
Desconocimiento sobre el método de actuación en ciberbullying
Muchos profesionales de la enseñanza y familiares de las víctimas de este tipo de acoso no saben cómo actuar para prevenir o parar el ciberbullying.
Desamparo legal del acoso en la red
Aunque es cierto que pueden eliminarse ciertos contenidos que aparecen en internet, este procedimiento se produce, en ocasiones, demasiado tarde.
Además, eliminar cierto contenido ofensivo no asegura que no se volverá a producir (o puede que haya personas que han guardado esa información o fotos comprometedoras en sus dispositivos móviles).
¿Cómo se manifiesta?
Existen diferentes formas en las que los agresores pueden llevar a cabo el ciberbullying, como las siguientes:
- El agresor puede crear un perfil falso para ganar la confianza de la víctima, o para mantener su anonimato, tras lo cual pueden comenzar los insultos, las amenazas, etc.
- A través de mensajes privados, amenazan o insultan a la víctima. Por ejemplo, mensajes en los que se obliga a la víctima a hacer algo en contra de su voluntad, bajo la amenaza de que publicarán fotos comprometidas o que le harán daño físico.
- También pueden publicar información accesible a todos los contactos de la víctima y el agresor (por ejemplo, escribir insultos en su muro, o compartir fotos o vídeos en los que se muestra cómo le pegan a la víctima).
- Otra forma de violencia se produce cuando se da de alta a la víctima, con foto incluida, en páginas webs donde se vota a la persona más fea, más gorda, etc.
- Invadir las páginas que frecuenta la víctima y acosarlo repetidamente, de forma que la persona que sufre el acoso tenga una sensación de completo agobio.
- Enviar o difundir rumores crueles sobre alguien, que dañan su reputación ante sus amigos.
- Manipular materiales digitales: fotos, conversaciones grabadas, correos electrónicos, cambiarlos, trucarlos y modificarlos para ridiculizar y dañar a personas.
- Robar contraseñas para suplantar su identidad.
Referencias
- González, E. M. De padres que no educan y educadores que no son padres. Responsabilidad de padres y educadores ante las conductas de ciberbullying. Revista de la Asociación Española de Abogados Especializados en Responsabilidad Civil y Seguro.
- Martínez, J. M. A. Éxito escolar y ciberbullying. Boletín de psicología.
- Martinez, J. M. A. Ciberbullying: Diferencias entre el alumnado de secundaria. Boletín de psicología.
- Prados, M. Á. H., & Fernández, I. M. S. Ciberbullying, un problema de acoso escolar/(Cyberbullying, a bullying problema). Revista Iberoamericana de Educación a Distancia.